Donald Trump, presidente estadunidense, amenazó a los países que sigan comerciando con Irán tras el restablecimiento este martes de unas sanciones que calificó como “las más duras” jamás aplicadas, en tanto los iraníes manifiestan su ira y temor por sus consecuencias.
En Irán, el rechazo al restablecimiento de las sanciones de Estados Unidos decididas tras el retiro unilateral en mayo de Washington del acuerdo nuclear iraní alcanzado en 2015 con las grandes potencias es un clamor general.
Hasan Rohani, presidente iraní, acusó a Washington de “querer lanzar una guerra psicológica contra la nación iraní y provocar disensiones” entre los ciudadanos del país.
Las medidas estadunidenses también indignaron a los europeos, firmantes del acuerdo, que dijeron estar “decididos a proteger a los operadores económicos europeos que participan en negocios legítimos con Irán”, dijo un comunicado de la Unión Europea (UE).
Esas sanciones probablemente acentúen el deterioro de la ya maltrecha economía iraní, que sufre de una alta tasa de desempleo y una importante inflación. La moneda iraní, el rial, ya perdió cerca de la mitad de su valor desde que Trump anunció su decisión.
“Siento que me están destruyendo mi vida. La situación económica ahora significa que la clase trabajadora tiene que morir”, dijo Ali Paphi, un obrero de la construcción.