El Presidente Electo de México, Andrés Manuel López Obrador, acusó una campaña “de los conservadores” en contra de su proyecto del Tren Maya.
De visita en Campeche, aseguró que el 80 por ciento de la población del sureste está a favor, aunque aceptó que no se ha hecho ni se hará ninguna consulta.
“No, no es que no hay consulta en este caso, es todo el pueblo el que está opinando. Les doy un dato: ¿saben cuánta gente está de acuerdo en el sureste en que se construya el Tren Maya? El 80 por ciento, según una encuesta que me acaban de entregar”, dijo.
“Ahora la mando, la mandó a hacer el Gobierno del Estado (de Campeche), se las voy a entregar, ya ojalá que esto ayude, o sea ya, ya chole”.
López Obrado acusó una campaña en contra del Tren Maya de parte de sectores que describió “conservadores” y de la “prensa fifí”.
“Recuerdo que cuando propuse hacer los segundos pisos en la Ciudad de México, hubo una campaña del periódico Reforma en contra; si yo me hubiese detenido con esa campaña, no nos hubiesen hecho los segundos pisos”, señaló.
“Entonces, ya los conozco a los de la prensa fifí, desde hace muchos años, aunque se disfrace, aunque simulen. Quienes se oponen porque son muy conservadores y no quieren que nos vaya bien, que salga adelante nuestro Gobierno”.
NIEGA DAÑOS AMBIENTALES
Negó que el Tren, cuya trayectoria medirá mil 500 kilómetros y cruzará por cinco estados, vaya impactar negativamente al ambiente.
Sostuvo que no se va a expropiar ningún terreno y que, además, van a sembrar en la zona 50 mil árboles frutales y maderables.
“El Tren va a estar acompañado del programa Sembrando Vida para reforestar, pero no para dar respuesta posibles daños porque no existen”, dijo López Obrador, quien este mediodía también se reunirá con los Gobernadores de Quintana Roo, Yucatán, Campeche, Tabasco y Chiapas para analizar el proyecto.
En la conferencia de prensa, el Presidente electo reiteró su decisión que Pemex se mude a Campeche, pero dijo que sólo los altos mandos y el personal de confianza para no afectar los derechos laborales de los trabajadores de base.
Fuente: Reforma