Un mensaje de paz y esperanza dio el tenor italiano Andrea Bocelli, en el Duomo de Milán, la emblemática catedral de esa ciudad.
Sin público, pero con cerca de medio millón de espectadores, el cantante ofreció un recital virtual con el fin de hacer “una plegaria” en estos momentos en que el mundo enfrenta el COVID-19.
Bocelli vistió un smoking negro. Meses antes nadie imaginaría estar presenciando un concierto desde casa, mientras la iglesia está vacía.
AVE MARÍA
La segunda obra que interpretó fue Ave María, del compositor francés Charles Gounod. Después cantó Sancta Maria y Domine Deus.
Tras vocalizar esas piezas, Bocelli, reconocido cantante de ópera italiano, salió de la catedral y afuera, donde se dispuso un micrófono, entonó Amazing Grace.
Mientras interpretaba ese tema se transmitían imágenes de ciudades como Bergamo, Brescia, París, Londres y Nueva York, donde se apreciaban calles y avenidas vacías porque las personas se encuentran en aislamiento para evitar la propagación del coronavirus.
Cuando Andrea Bocelli cantaba, atrás de él se apreciaba la imponente arquitectura gótica de la catedral, una de las más grandes del mundo, que puede albergar 40 mil personas.