De manera sorpresiva, el Papa Francisco dio a conocer hoy que México tendrá un nuevo cardenal en la persona del obispo emérito de Xalapa, Sergio Obeso Rivera, quien recibirá el capelo colorado el 29 de junio, junto con otros 13 nuevos purpurados.
Al final de su bendición dominical con la oración del “Regina Coeli” (Reina del Cielo), pronunciada ante miles de personas congregadas en la Plaza de San Pedro del Vaticano, Francisco anunció la lista de quienes formarán parte del cardenalato.
Del elenco completo, 11 de ellos son menores de 80 años y por tanto cuentan con derecho a voto en un futuro Cónclave. Los tres restantes, según precisó el propio pontífice, recibirán la distinción porque “se distinguieron por su servicio a la Iglesia”.
Entre ellos mencionó a Sergio Obeso, de 86 años. Los 14 nuevos purpurados recibirán su distinción durante el quinto Consistorio Cardenalicio del pontificado de Jorge Mario Bergoglio, que tendrá lugar en la Basílica de San Pedro el día de la fiesta de los santos apóstoles Pedro y Pablo.
Nacido en Xalapa (Veracruz) el 31 de octubre de 1931, el clérigo mexicano ingresó en el seminario el 23 de enero de 1944. Tras sus estudios de humanidades, se trasladó a Roma donde cursó filosofía y teología en la Pontificia Universidad Gregoriana.
El 30 de abril de 1971, el entonces Papa Pablo VI lo nombró obispo de Papantla, donde permaneció apenas dos años y ocho meses hasta que, en enero de 1974, el mismo pontífice lo nombra obispo coadjutor de la Arquidiócesis de Xalapa con derecho a sucesión.
Años más tarde, en 1995, fue reelecto en ese puesto, que mantuvo hasta 1997. Al interior de la propia CEM se desempeñó como responsable de las comisiones Episcopal del Clero y de Pastoral Social por diversos periodos.
El 10 de abril de 2007, el Papa Benedicto XVI aceptó su renuncia como obispo de Xalapa tras haber sobrepasado el límite de edad jubilatoria obligatoria establecido en 75 años; lo sucedió en el puesto Hipólito Reyes Larios.
Entre otras cosas, Sergio Obeso Rivera fue uno de los grandes responsables de la canonización del primer santo obispo latinoamericano, san Rafael Guizar y Valencia, que fue elevado al honor de los altares por el Papa Benedicto XVI el 15 de octubre de 2006.