El barco alemán Sea Watch atracó con 40 migrantes a bordo en el puerto italiano de Lampedusa, desafiando la prohibición de las autoridades después de estar en el mar durante más de dos semanas.
Carola Rackete, de 31 años, capitana de la embarcación, fue posteriormente detenida por la policía italiana, cuyo servicio de aduanas había impedido en varias ocasiones que el barco atracara.
El Sea-Watch 3 recogió a 53 personas en la costa de Libia el 12 de julio. Desde entonces, 13 inmigrantes han sido evacuados del barco y trasladados a Lampedusa, isla al sur de Sicilia, por motivos médicos o humanitarios en tres operaciones separadas.
DESAFÍA ÓRDENES ITALIANAS
El miércoles, Rackete desafió las órdenes italianas de no ingresar a las aguas territoriales italianas, pero se le negó la entrada al puerto de Lampedusa.
“¡Basta, no más! En este momento el SeaWatch3 está entrando en el puerto de Lampedusa”, escribió la organización no gubernamental cuando el barco se acercó al puerto en la madrugada del sábado.
“Han pasado casi 60 horas desde que declaramos el estado de emergencia. Nadie escuchó. Nadie asumió la responsabilidad. Una vez más depende de nosotros, Rackete y su tripulación, llevar a las 40 personas a la seguridad”, agregó Sea-Watch.
EN LA CUMBRE DEL G20
El viernes, el Primer Ministro italiano Giuseppe Conte dijo al margen de la cumbre del G20 en Osaka, Japón, que “tres y cuatro países estarían dispuestos para la redistribución”.
En Bruselas, la portavoz de la Comisión Europea, Natasha Bertaud, dijo que había “algunas noticias positivas de los estados miembros”, pero agregó que era demasiado pronto para proporcionar detalles, ya que “los intensos contactos” seguían entre varios estados miembros.
Según la portavoz de Sea-Watch, Giorgia Linardi, Alemania, Francia, Luxemburgo y Portugal se ofrecieron a acoger a los inmigrantes. Alemania ya había dicho el jueves que podría dar la bienvenida a algunas personas como parte de un esfuerzo conjunto con otras naciones de la UE. Linardi habló en un video de Twitter en el que también confirmó que Rackete estaba siendo investigada en Italia por incitar a la migración ilegal y violar las leyes de navegación al ignorar una orden de detención de la guardia costera italiana.
