Asesinan a otra familia en su propia casa en el Edomex; ahora en Coacalco

 

Tres personas; una mujer, un hombre y un menor de edad fueron hallados muertos por disparos de arma de fuego en un departamento de la unidad habitacional Potrero de la Laguna, en Coacalco, mientras que otra persona resultó lesionada, desconociéndose hasta el momento el móvil del asesinato.

 

Según los primeros reportes, vecinos de dicho fraccionamiento alertaron a la policía de que se habían escuchado varios disparos en el departamento 503 del edificio 26 de la calle Nicolás Morelos, por lo que al presentarse al lugar encontraron los cuerpos.

 

Los occisos fueron identificados como Gabriela “N”, de 39 años; Josiel “N”, de 23 años, y Luis Elizur, de aproximadamente 13 años; otro hombre presentó lesión de bala en la cabeza y fue trasladado a un hospital.

 

Se señala que un varón fue detenido en el sitio, al parecer relacionado con los hechos, y presentado ante el Ministerio Público.

 

CASO DE TULTEPEC

También, hace unos días, los cuerpos de Hugo Alberto Jirado, su esposa Argelia Canto y sus hijos, Diego Rodrigo de 18 años, así como las gemelas de 14 años, Abril y Abigail, fueron encontrados entre cobijas y maniatados, enterrados dentro de un cuarto de su propia casa en el número 194 de la Privada Parque Tamarindos en Tultepec, Estado de México.

 

La familia Jirado Canto fue reportada como desaparecida desde hace 8 días. Sus familiares dejaron de tener contacto con ellos, después de que salieron de la casa de la madre de Hugo Alberto en el Parque Residencial Coacalco, en Ecatepec, el jueves entre las 7 y las 8 de la noche.

 

Se sabe que Hugo Alberto y su familia se dirigían a su casa en Tultepec. Todas las noches hacían esto pues las gemelas iban a la casa de su abuela después de la escuela y de ahí eran recogidas por sus padres.

 

Hugo Alberto trabajaba para la empresa de paquetería UPS. Era supervisor del área de ventas en la aduana del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Las gemelas cursaban el tercer grado de secundaria y estudiaban teatro.

 

Los vecinos afirman que la seguridad dentro de la calle es muy estricta. Y quien cometió el asesinato debió abrir primero el portón de acceso a la privada.

Fuente: Excélsior

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