¿De qué manera controlar a tu hijo cuando comienza a hacer berrinche? Expertos ofrecen varios consejos para lidiar con este tipo de conducta.
Entre los dos y los cuatro años de edad, algunos niños entran en una fase que se conoce coloquialmente como “la edad de las pataletas” o “la edad del berrinche”.
Entonces, ¿qué hacer? Un grupo de expertos ofrece algunos consejos para superar con éxito “la edad de los berrinches” de sus hijos.
Cuando hay un berrinche
Se aconseja abrazar al menor y hacerle saber que es escuchado y querido.
No importa lo que piense la gente que te rodea, mientras el pequeño aprenda a expresar sus deseos usando su propia voz.
“Valida sus emociones y déjalo llorar,” recomiendan los expertos.
Cuando el niño golpea
Los berrinches vienen de una frustración de no obtener lo que se busca. Algunos niños manifiestan este sentimiento golpeando a sus padres.
Los expertos sugieren que se le explique al niño porqué lo que él (o ella) pide, no puede ser posible en ese momento.
Recuerda que es importante darle voz a los pequeños para que entiendan que pueden obtener lo que quieren (en caso de que su petición sea razonable), si aprenden a expresarse usando el diálogo.
Poner límites
Hay cosas que deben obedecerse sin negociación alguna.
Los niños necesitan entender que en casa habrá límites que hay que respetar, sin importar si se portan bien, patalean, hacen berrinche o se comportan bien.
Cuando los pequeños en casa entiendan esto, aprenderán que hay normas que hay que seguir sin cuestionamiento alguno.
Ofrece opciones
Cuando un niño entra “en la edad de los berrinches”, también descubre que es un ser autónomo y no hay nada mejor para reforzar este principio, que ofreciéndole opciones cuando este llora y patea cuando quiere algo.
En lugar de obedecer a los pequeños cuando hacen berrinche, se propone darles opciones que convengan a ambas partes.
Así el niño entenderá que su voz es tomada en cuenta y que sus deseos pueden satisfacerse, si coopera con sus padres.
Cuando el niño se niega a vestirse o a bañarse
Los expertos recomiendan jugar mucho con los hijos, incluso cuando les enseñamos a hacer cosas “tediosas” como vestirse o bañarse.
