En Tecate, Baja California, una familia que acudió al cementerio a despedir a su mamá María N, de 76 años, fallecida por coronavirus, descubrió que el féretro estaba vacío.
El ataúd no pesaba, por lo que ordenaron abrirlo a los empleados de la Funeraria San José.
La funeraria pasó por el cuerpo y presuntamente lo colocó en un ataúd que transportaron en una carroza hacia el panteón Sonora, cerca de la salida a Tecate.
LA CAJA, NO PESABA
María Guadalupe Negrete Villegas narró los hechos:
Cuando cargan el ataúd para sepultarla, mi hermana se da cuenta que no pesa. Les dijo a los empleados de la Funeraria que por más delgadita que estuviera mi mamá, el cuerpo pesa, y parecía sólo el peso de una caja.
El ataúd tenía solo una tela, pero no estaba mi mamá, hablaron a la Funeraria y sí estaba allá. En otra carroza transportaron su cuerpo y lo pasaron a la caja ahí mismo en el panteón. Nosotros llamamos a la Policía para que diera fe, indicó.
Refiere que los empleados de la funeraria abrieron la bolsa para identificar el cuerpo de su progenitora y el policía que estaba presente corroboró la situación, de un servicio por el que se pagó más de 10 mil pesos.
La funeraria, por su parte, admitió ante la familia que hubo una confusión, pues pensó que ya había colocado el cuerpo en el féretro y no se cercioró que estuviera ahí, reporta debate.com.mx