La Junta de Gobierno del Banco de México decidió mantener en 3.75 por ciento su tasa de interés objetivo, tal como lo anticipaba el mercado, al argumentar que, por el momento, es congruente con su objetivo de permanente de inflación de tres por ciento.
Advirtió que permanecen riesgos de que la depreciación del tipo de cambio vaya ocasionando un aumento gradual en la inflación subyacente, para finalizar 2016 en niveles cercanos a tres por ciento.
En su anuncio de política monetaria, también anticipó que “hacia adelante no puede descartarse que la volatilidad financiera internacional se vuelva a incrementar.
CONSIDERA QUE EL BALANCE DE RIESGOS PARA EL CRECIMIENTO DEL PIB SE MANTIENE SIN CAMBIO RESPECTO DE LA DECISIÓN DE POLÍTICA MONETARIA DEL 4 DE FEBRERO.
No obstante, destacó que la decisión de incrementar 50 puntos base la tasa de referencia en febrero ha producido los resultados esperados: una apreciación de la moneda y un aplanamiento de la curva de rendimientos.
Subrayó la necesidad de que las autoridades preserven fuertes los fundamentos macroeconómicos y la confianza en México, para distinguirlo de otros países emergentes.
Ello, para que el componente de riesgo soberano en las tasas de interés, al igual que otras primas de riesgo, permanezcan bajo control, ante el riesgo de una mayor astringencia financiera externa.
