Falta mucho para descubrir cuál es la mejor dieta que un ser humano puede seguir, pero es claro que la mayoría de nosotros comemos más carbohidratos refinados de los que deberíamos, lo cual contribuye a la obesidad.
La ingesta de carbohidratos provoca un aumento de la insulina, la hormona transforma este nutriente en energía, en forma de azúcar, pero al mismo tiempo, almacena lo que sobra en forma de grasa, principalmente alrededor del abdomen. En este proceso existe un problema añadido: Cuando se elevan los niveles de insulina, bajan los de azúcar, algo que estimula el apetito y nos incita a comer más carbohidratos. Si este círculo vicioso no se corta, nos lleva directos a padecer obesidad y diabetes.
Por ello, un cambio en nuestra dieta destinado a reducir la ingesta de carbohidratos refinados, entre ellos: pan, pasta, arroz, papas y todo tipo de dulces; produce importantes cambios en nuestro cuerpo que, al igual que ocurre cuando dejamos de fumar, podemos notar en pocas semanas.
Les compartimos seis cambios que pueden ocurrir si hacemos un ligero esfuerzo:
Quemar grasa
Si sustituimos los carbohidratos refinados presentes en nuestra dieta por verduras, proteínas y grasas saludables, disminuirá la cantidad de calorías consumidas, lo cual forzará a nuestro cuerpo a quemar la grasa almacenada para obtener el azúcar que ya no obtiene de los carbohidratos. Basta eliminar: arroz, pasta y dulces para ver cómo adelgazamos sin hacer esfuerzo.
Sientes menos hambre
La clave para adelgazar no reside en pasar hambre, sino en saciar nuestro apetito, comiendo menos. De acuerdo con el científico Gary Taubes, autor del libro “Cómo engordamos y qué hacer al respecto”, la grasa es el único nutriente que no tiene influencia sobre la insulina, de ahí que cada vez más nutricionistas son partidarios de aumentar su consumo. Al igual que las proteínas o la fibra, la grasa no provoca bajones de azúcar, que nos hacen querer más comida.
La ingesta de proteínas y grasas es especialmente importante en el desayuno, en el que muchas veces no están presentes. Diversos estudios han demostrado que un buen desayuno, que incluya por ejemplo: huevos y embutidos, previene el síndrome metabólico y, por ende, la obesidad abdominal, los niveles altos de triglicéridos y la resistencia a la insulina.
Te sientes menos hinchado o inflamado
Todos podemos comprobar que, con el hecho de comer pizza, un plato de pasta o paella nos sentimos hinchados o inflamados. Esto se debe en parte a que los carbohidratos refinados carecen de fibra, un nutriente que deberíamos consumir más, dado lo importante que es para el buen estado de nuestra flora intestinal. El azúcar, por el contrario, es de lo que se alimenta la parte menos saludable de nuestra microbiota, que causa hinchazón y provoca que nuestra barriga parezca más grande de lo que realmente es.
Para consumir más fibra, hay que sustituir los carbohidratos refinados por cereales integrales, legumbres, fruta y verduras.
Reduce la probabilidad de sufrir diabetes
Debido a que los carbohidratos refinados provocan el aumento de insulina, su consumo desmesurado se convierte en una de las principales causas del desarrollo de diabetes tipo 2. Cuantos más de estos carbohidratos fácilmente digeribles consumes, más insulina produce el páncreas y, por ende, hay más probabilidades de generar resistencia a ésta. La solución radica en sustituir el consumo de carbohidratos por proteínas, fibra y grasas.
Los músculos se fortalecen
Los carbohidratos refinados no tienen las proteínas que están presentes en la mayoría de alimentos, mismas que son fundamentales, entre otras cosas, para que nuestros músculos se recuperen tras el esfuerzo físico y se mantengan en buena forma.
Sientes más energía
Cuando hablamos de reducir al mínimo la ingesta de carbohidratos, nos referimos concretamente a los simples o refinados, es decir, azúcar y los derivados de la harina y almidón.
El cuerpo humano requiere carbohidratos para funcionar correctamente y su ingesta es especialmente importante para que nuestro cerebro y músculos tengan la energía suficiente para rendir diariamente, sin embargo, si elegimos los carbohidratos correctos, específicamente aquellos que contienen las verduras, frutas y cereales integrales, tendremos la energía adecuada.
La cantidad necesaria de carbohidratos para funcionar correctamente, es de 50 gramos, mucho menos de lo que habitualmente consumimos.
¡Excelente! A pesar de contener muchas palabras lo he
estudiado de un tirón y he bajado a la zona de comentarios directamente para agradecerte esta
entrada, excelente ! Saludos
Un estupendo artículo y muy aconsejable. Felicidades
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