Emily Raguse bajó al sótano de su casa para buscar una herramienta. Cuando estaba por volver a subir, notó que había algo raro en la ventana, que da a un pozo.
“No podía creer lo que veían mis ojos”, contó Emily Raguse, de Minnesota, a USA Today. Eso que tanto la impactó era un pequeño can que estaba totalmente cubierto de nieve y que, evidentemente, no podía salir del hueco.
Inmediatamente llamó a la policía para que la ayudara a sacarlo. Luego fue a buscar una toalla y lo tapó. Notó que apenas movía un poco la cabeza. “Realmente estaba… estaba letárgico”, dijo.
El oficial que llegó al domicilio logró rescatar al animal. Al revisarlo, se dio cuenta de que tenía un collar. Se llamaba Buddy y su dueña era Patsy Sumpter, una vecina.
“ES UN MILAGRO”
La mujer lo buscaba desesperada desde el miércoles a la noche, pero ya se estaba quedando sin esperanzas. Lo perdió de vista cuando lo sacó a pasear. “Normalmente, se va al bosque y luego regresa. Pero esta vez no volvió. Llamaba y llamaba, pero él no volvía”, contó Sumpter. Nunca imaginó que estaba atrapado a pocos metros de distancia.
Buddy tiene 13 años, está ciego y padece cáncer. Sin embargo, soportó, cubierto de nieve, cinco días en ese agujero. Nadie sabe cómo lo hizo.
“Recé sin parar. Es un milagro que lo hayan encontrado. No creo que hubiera podido sobrevivir otra noche”, afirmó.
