Cadena perpetua al inventor danés que asesinó y descuartizó en su submarino a Kim Wall

 

Peter Madsen, inventor danés, fue sentenciado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional por la muerte de la periodista sueca Kim Wall en un submarino de fabricación casera, según publica el medio británico BBC.

El veredicto de este caso, convertido en el crimen más mediático de Dinamarca, se ha hecho público este miércoles a las 13.00.  Durante el juicio, que quedó visto para condena  este lunes, la fiscalía pidió cadena perpetua para el único enjuiciado, al que acusó de haber planeado el crimen, de tener un móvil sexual y de torturar a su víctima, cuyo cuerpo troceó y tiró al mar. La abogada defensora afirmó que todo fue un accidente y solo había indicios, pero ninguna prueba contra él.

“El tribunal debe ver el caso desde una perspectiva amplia y usar el sentido común. Dos salieron a navegar, solo volvió uno”, dijo el fiscal Jakob Buch-Jepsen, quien recordó que Madsen ha sido calificado por los médicos de perverso y desviado sexual y de tener rasgos psicópatas. Las herramientas  que Madsen llevaba en el submarino como cintas, correas y destornilladores, y los vídeos sobre ejecuciones y torturas de mujeres hallados en el disco duro, el ordenador y el registro del móvil del sospechoso refuerzan la imagen del “lado oscuro” del inventor, según consideró el fiscal.

La periodista Kim Wall había contactado con el inventor meses antes de morir. Lo llamó para acordar una entrevista, lo que, para el fiscal, la convierte “en una víctima casual” dentro de sus supuestos planes para cometer “un crimen bestial”.

Por su parte,  la abogada defensora Betina Hald Engmark, pidió una condena menor para los delitos que Madsen admite, trato indecente a cadáver y violación de reglas de seguridad marítima, o en su defecto, si es considerado culpable de homicidio, una pena de duración determinada. Engmark rechazó la teoría del fiscal —”una historia de miedo construida sin pruebas”, que se basa solo “en suposiciones”— porque cree que no hay pruebas materiales de que la víctima fuera atada y torturada. “Este caso es difícil porque ha sido muy comentado. Pero el tribunal deberá analizarlo de forma objetiva”, afirmó la abogada, quien pidió a los jueces que no se dejen llevar por “presentimientos”.

 

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