El crudo estadounidense llegó a caer este lunes más del 40%, por debajo de los 11 dólares el barril, un nuevo mínimo en 22 años, debido al desplome de la demanda mundial provocado por la pandemia de coronavirus.
Ante la proximidad del vencimiento de los contratos, el barril estadounidense West Texas Intermediate (WTI) para entrega en mayo perdía el 40% y se situaba en 10,9 dólares la unidad hacia las 14H40 GMT, su nivel más bajo desde 1999. En 2011, valía 114 dólares.
En el caso del Texas con vencimiento en junio, la caída es mucho menor, hasta los 22,20 dólares.
El desplome afectó a la Bolsa de Nueva York, que abrió en baja este lunes: el Dow Jones cedía 1,99% y el Nasdaq 1,12%.
De su lado, el barril de Brent del Mar del Norte, referencia para el mercado europeo, cedía 6,5% hasta los 26,27 dólares el barril a las 13H30 GMT.
Los mercados de petróleo se han desplomado en las últimas semanas a su nivel más bajo en casi 20 años, porque los bloqueos y las restricciones de los viajes en todo el mundo tienen un fuerte impacto en la demanda.
La crisis se agravó después de que Arabia Saudita, miembro de la OPEP, lanzara una guerra de precios con Rusia, que no es miembro de esta organización.
Los dos países pusieron punto final a la disputa a principios de este mes aceptando, junto con otros Estados, reducir la producción en casi 10 millones de barriles diarios para impulsar los mercados afectados por el virus.
Pero los precios siguieron cayendo. Los analistas estiman que los recortes no bastan para compensar la caída masiva de la demanda.
“Los precios del crudo siguieron bajo presión”, señala el banco ANZ en una nota.
“Aunque la OPEP ha aceptado una reducción sin precedentes de la producción, el mercado está inundado de petróleo”, añadió, refiriéndose a la Organización de Países Exportadores de Petróleo y a los socios no miembros de la OPEP.
“Todavía se teme que las instalaciones de almacenamiento en Estados Unidos se estén quedando sin capacidad”, estima el banco.
Los analistas de Renta4 explican que este descenso del WTI se debe al temor que existe entre los inversores a la falta de capacidad de EE.UU. para almacenar el crudo, y ello, en un contexto de fuerte recorte de la demanda por el parón de la actividad, consecuencia del coronavirus.
Asimismo, añaden los analistas de Renta4, a esto se une el recorte de la oferta aprobado por la OPEP+ a principios de abril, de unos 9,7 millones de barriles diarios, que “el mercado considera insuficiente”.
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