Se conoce como el “Camino hacia el cielo”, aunque también es una de las carreteras más peligrosas del mundo.
La ruta que conecta la provincia de Sichuan con la Región Autónoma del Tíbet está rodeada por un paisaje espectacular.
Los trabajadores que la mantienen abierta, a pesar de la altitud y de las inclemencias del tiempo, son sus guardianes.
“Montaña Erlang, a pesar de tu gran altura, el Ejército Popular de Liberación le va a conquistar para construir la ruta hacia el cielo”.
Esta canción, compuesta hace 60 años, elogia al ejército chino y a todas las personas que abrieron la carretera que cruza la montaña Erlang, justo en el inicio del camino hacia el firmamento.
EN LOS AÑOS CINCUENTA, EL GOBIERNO DE CHINA DECIDIÓ TRANSFORMAR LA ANTIGUA RUTA QUE UNÍA A SICHUAN Y EL TÍBET.
Así, un gran equipo de obreros e ingenieros logró construir la histórica carretera a finales de 1954, superando las dificultades como altas montañas y profundos ríos.
En 2001 se construyó un túnel que atravesaba la montaña. Antes de eso, el viaje a través de Erlang se prolongaba durante dos días; ahora se cruza en sólo dos horas, aunque no deja de ser una carretera muy peligrosa.
Cálculos refieren 7, 500 muertes por cada 100 mil habitantes de China, debido a avalanchas, tormentas de nieve y el suelo que es muy resbaloso.
