El Vaticano recuperó la copia impresa en 1493 de una carta en la que Cristóbal Colón narraba su primera incursión en el aún ignoto continente americano, hallada en Estados Unidos tras su enigmático robo de la Biblioteca papal.
La embajadora estadounidense ante la Santa Sede, Callista L. Gingrich, acompañada por agentes de la unidad de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI), se encargó de restituir esta “valiosa pieza de la historia” a su “propietario legítimo”, el Vaticano.
El archivero y arzobispo Jean-Louis Bruguès expresó su “sincera gratitud” por una devolución que, en su opinión, marca una “jornada histórica” pues la Biblioteca Apostólica “recupera un documento famoso en la historia de América y España”.
RELATO ASOMBROSO
El acto se celebró en la sala dedicada al papa Sixto V de la biblioteca, un impresionante espacio decorado con coloridos frescos y en cuyo centro se instaló una mesa para mostrar la “Carta de Colón”, sobre un atril con terciopelo bermellón.
La carta manuscrita fue redactada por el almirante al regreso de su primer viaje a las Indias en 1493 para relatar sus asombrosos descubrimientos a sus mecenas, Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, los Reyes Católicos españoles.
Pocos meses después, gracias a la invención de la imprenta en 1440, fue traducida en latín y mandada imprimir a Stephan Plannck en Roma para difundir la buena nueva a toda Europa, si bien muy pocas de aquellas copias han sobrevivido al paso de los siglos.
RELATO DEL “NUEVO MUNDO”
Cada carta era un documento de 18 centímetros de altura, de ocho páginas en cuatro folios de papel que contenían el primer relato del “Nuevo Mundo”, descrito en una menuda y precisa caligrafía.
El Vaticano recibió una de estas valiosas copias en 1921 como parte de la “Colección De Rossi” pero perdió sus hojas -no su encuadernación- en un enigmático robo del que se desconoce el cuándo y el cómo.
El prefecto de la Biblioteca, Cesare Pasini, explicó a Efe que se desconoce el modo en que esta joya histórica fue robada y apuntó que pudo ser en algún momento en que cruzara los muros vaticanos para que algún maestro librero reparara su encuadernación en el exterior.
ROBADA DEL VATICANO
Pasini presupone que algún reparador de libros, al recibir el encargo del Vaticano de arreglar el ejemplar, pudo quedarse con los cuatro folios originales y reemplazarlos por los falsos, luciéndose de hecho en la precisión técnica y visual de su falsificación.
El siguiente episodio de su rocambolesca historia se produce en el año 2004, cuando un coleccionista estadounidense, Robert Parsons, la compró a un vendedor en Nueva York por 875.000 dólares sin saber que había sido robada en el Vaticano.
En septiembre de 2011, el HSI fue alertado por un experto que decía haber estudiado en Roma la “Carta de Colón” de los fondos vaticanos y creía que era falsa, pues su margen de encuadernación no coincidía con otras ediciones verdaderas.