Durante la Convención Republicana en Cleveland, Ohio, al concluir su turno frente al micrófono, la comunicadora Laura Ingraham sorprendió al levantar su brazo derecho, de manera similar al saludo nazi.
“Dios los bendiga y dios bendiga a los Estados Unidos de América”, fueron sus últimas palabras de la locutora de radio antes de realizar el movimiento utilizado por Adolfo Hitler y Benito Mussolini, durante sus gobiernos fascistas.
INSTANTES DESPUÉS CAMBIÓ LA POSTURA Y SE DESPIDIÓ DE LOS PRESENTES CON LA PALMA DE LA MANO ABIERTA.
Ante los señalamientos en su contra, Laura Ingraham descartó tener nexos o simpatía con dicha ideología de ultraderecha, que estuvo involucrada en la segunda guerra mundial.
Incluso, en su cuenta de Twitter publicó una serie de imágenes donde muestra a la candidata demócrata, Hillary Clinton, con la misma posición de su brazo.
