Robert Mueller, un veterano agente de contrainteligencia del FBI, fue cesado del equipo del fiscal especial, quien investiga la intromisión rusa en las elecciones tras descubrirse que intercambió mensajes de texto en los que criticaba al presidente Donald Trump, indicó una persona allegada a los hechos, el pasado sábado.
El agente, quien también laboró en la pesquisa sobre el servidor privado que Hillary Clinton usó para sus correos personales, fue destituido a mediados de año.
La fuente que declaró sobre el asunto no está autorizada para hacer comentarios y lo hizo a condición de guardar el anonimato.
Peter Carr, portavoz de Mueller, indicó que éste sacó del equipo investigador al agente Peter Strzok “de inmediato en cuanto se enteró de las acusaciones”.
El veloz despido del agente sin duda pudo reflejar la pretensión de blindar a los investigadores frente a cualquier acusación de que tienen favoritismos o prejuicios políticos.
El presidente Donald Trump y muchos de sus simpatizantes han tratado desacreditar la pesquisa con aseveraciones de que existe una estrecha relación entre Mueller y el despedido del director del FBI, James Comey, y también con señalamientos de que algunos abogados del equipo hicieron contribuciones a campañas electorales de candidatos demócratas.
La oficina del inspector general, que lleva a cabo una amplia investigación sobre el manejo que hizo el FBI en el caso de los correos electrónicos de Clinton, le avisó a la oficina de Mueller sobre la existencia de los mensajes de texto.
Mueller indaga si colaboradores de la campaña de Trump se coordinaron de alguna manera con Rusia para influir en el resultado de las elecciones presidenciales de 2016 y el historial de Strzok en contrainteligencia quizá fue considerado particularmente valioso para una pesquisa hermética del FBI sobre contactos con extranjeros.
A la fecha, cuatro personas han sido acusadas a consecuencia de la investigación de Mueller. El cargo más reciente de esa pesquisa fue fincado el viernes cuando el exasesor de seguridad nacional, Michael Flynn, se declaró culpable de mentirle al FBI sobre sus conversaciones con el embajador ruso. Flynn se comprometió a cooperar en la investigación.
