Decenas de miles de personas volvieron a protestar este jueves contra las desigualdades en Chile, en un estallido social con enfrentamientos que ya han dejado 19 muertos y denuncias de abusos de derechos humanos que motivaron el envío de una misión de la ONU para investigar.
Ante la multiplicación de denuncias sobre la acción de los militares que desde el sábado fueron desplegados en las calles, la alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la expresidenta chilena Michelle Bachelet, anunció el envío de “una misión de verificación para examinar” la situación en es país sudamericano.
La muerte de un ciudadano peruano que había sido herido el martes durante un saqueo en el sur de la capital chilena, elevó a 19 el número de muertes desde que comenzó la ola de violencia hace casi una semana, informó la Fiscalía chilena.
En tanto, la cifra de detenidos se redujo a 735, desde 979 del día anterior.
Los disturbios, saqueos e incendios
Registrados especialmente en zonas periféricas de Santiago disminuyeron, pero siguen registrándose incidentes en varios puntos del territorio.
Los enfrentamientos entre manifestantes y las fuerzas de seguridad se mantuvieron en los puntos álgidos de las protestas, como la céntrica Plaza Italia.
La Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y una veintena de organizaciones sociales habían convocado a una segunda jornada de paralización el jueves, pero muchos acudieron a sus trabajos y el comercio abrió tímidamente sus puertas.
Por la tarde, varios cerraron más temprano de lo habitual ante temor de desmanes.