Un siniestro declarado en el parque estatal Inks Lake, en el área de Austin (Texas), se dio a la tarea de obligar a evacuar a más de 400 personas que se encontraban disfrutando del fin de semana en esa reserva natural, dieron a conocer hoy las autoridades.
La unidad de bomberos que trabaja en la zona mantiene la alerta y continúa las labores de extinción, ya que el fuego solo está controlado en un 35% en las 202 hectáreas que se han visto afectadas.
Ante esta situación, 150 hogares cercanos a Insk Lake han sido desalojados por precaución y unos 800 usuarios abandonaron voluntariamente una zona de acampada conocida como “Camp Longhorn“, aunque está previsto que regresen a sus casas en las próximas horas, a medida que avancen las tareas de los servicios forestales.
La gravedad de las circunstancias obligó a Donald Trump, presidente de EU, a declarar el estado de emergencia, lo que supone que el Gobierno federal podrá prestar asistencia adicional.
Mediante esta directriz, Trump se dio a la tarea de autorizar al Departamento de Seguridad Nacional y a la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA) a “coordinar todos los esfuerzos en las tareas de socorro”, informó la Casa Blanca mediante un comunicado.