El gobierno de la ciudad de Tijuana anunció que cerró el albergue para migrantes, instalado en un complejo deportivo cercano a la frontera con Estados Unidos, el cual llegó a tener hasta seis mil istmeños que pretenden ingresar a territorio estadounidense.
Funcionarios dijeron que todos los migrantes fueron trasladados a un refugio instalado en antiguo centro de eventos más distante de la frontera.
A través de un comunicado, el gobierno de la ciudad indicó que el albergue en la Unidad Deportiva “Benito Juárez” fue clausurado debido a malas condiciones sanitarias.
CONDICIONES INSALUBRES
Peritos habían manifestado su preocupación por las condiciones insalubres en el complejo deportivo, que está parcialmente inundado, y donde los migrantes atestaban un espacio con capacidad para apenas la mitad de su número. Lodo, piojos e infecciones proliferaban en el lugar.
Los últimos migrantes fueron trasladados en autobús al nuevo refugio a unos 15 kilómetros del cruce fronterizo en Otay Mesa y a 22 kilómetros de San Ysidro, cerca de donde personas hacen fila para presentar solicitudes de asilo en Estados Unidos.
Las autoridades de Tijuana habían dicho antes que nadie sería obligado a irse al nuevo albergue en el lugar conocido como El Barretal, provisto de un gran inmueble y una explanada que se utilizaba hace unos seis años para conciertos y otros eventos, pero también advirtieron que dejarían de ofrecer alimentos y servicios médicos en la unidad deportiva.
A CARGO DEL GOBIERNO FEDERAL
El nuevo albergue está a cargo de autoridades federales.
El sábado, en uno de sus primeros actos como presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, suscribió un acuerdo con sus colegas de tres países centroamericanos para establecer un plan de desarrollo que contribuya a contener la ola de migrantes que busca asilo en Estados Unidos.
La Secretaría de Relaciones Exteriores señaló que el plan, que incluye un fondo para crear empleos en la región, tiene como propósito atacar las causas estructurales de la migración procedente de El Salvador, Guatemala y Honduras.
Miles de migrantes, en su mayoría de Honduras, se han sumado a las caravanas durante sus últimas semanas en un intento para solicitar refugio en la frontera de Estados Unidos.
Decenas de migrantes afirman que huyen de la pobreza y la violencia en sus países de origen.