Comienza la demolición de edificios dañados por terremoto en la CDMX

Esta misma semana se demolerán al menos 11 edificios afectados por el terremoto del pasado 19 de septiembre, afirmó Renato Berrón Ruiz, director general del Instituto para la Seguridad de las Construcciones del Distrito Federal.

Los inmuebles son un riesgo para los edificios contiguos, para los automovilistas y peatones, mencionó el funcionario, después de que se iniciaron las “demoliciones mecánicas” –es decir, sin uso de explosivos–, una de ellas en la delegación Coyoacán y otra en la Benito Juárez.

En una reunión con los diputados de la Comisión de la Ciudad de México el funcionario señaló que es preciso adecuar el reglamento de construcciones local.

Luego, en declaraciones a la cadena MVS, Berrón dejó claro que no se van a demoler mil edificios, como informaron algunos medios de comunicación y las redes sociales, sino entre 150 a 200.

El Comité de Emergencias se encuentra trabajando en el registro de las denuncias de ciudadanos y autoridades delegacionales a fin de establecer las prioridades, añadió.

La mayoría de los inmuebles dañados –el 90%– fueron construidos antes de 1985, por lo que no se ciñeron conforme a las normas antisísmicas, dijo Berrón.

Enfatizó que es necesario tomar medidas urgentes con respecto a edificios cuya edificación tiene plantas bajas débiles. Así como los que se ubican en las esquinas, ya que su arquitectura los hace más vulnerables ante movimientos telúricos como el del pasado 19 de septiembre.

Berrón Ruiz se dio a la tarea de recalcar que la Ciudad de México es una zona sísmica. Sus distintos tipos de suelo, sean firmes, de transición o blandos y lacustres, sufren el impacto de los temblores en determinados grados.

En el caso del pasado 19 de septiembre, anotó, las áreas blandas y de mayor riesgo, donde el suelo de arcilla tiene profundidades que llegan hasta los 50 metros, como el Centro Histórico y el perímetro de la delegación Cuauhtémoc sufrieron daños notorios.

Pero también se registraron afectaciones que no se esperaban en regiones de la capital donde el terreno es más firme y las capas de arcilla tienen profundidad de 20 metros en promedio o menos, como Tlalpan.

Ante los resultados, admitió el funcionario capitalino, el reglamento de construcciones y la normatividad respectiva necesitan modificaciones urgentes, a fin de que las nuevas edificaciones o los trabajos de remozamiento puedan resistir temblores como el del 19 de septiembre o de mayor magnitud.

Sin embargo, aceptó que el sacudimiento del pasado 19 de septiembre evidenció el incumplimiento de las normas establecidas en 2004.

Los legisladores cuestionaron al funcionario sobre el número de edificios dañados desde el 85, los que fueron reforzados y los que sufrieron más daños en esta ocasión; también, sobre las edificaciones nuevas que no aguantaron el movimiento, así como las que deben demolerse por sus daños estructurales.

Berrón Ruiz se dio a la tarea de responder que el análisis de los inmuebles dañados y sus características específicas está en marcha y se dará a conocer en breve. También admitió que la dependencia que encabeza carece de personal y presupuesto suficientes, así como de un reglamento específico, pues aún está en estudio.

Por lo pronto, a partir del 19 de septiembre las recomendaciones son limitar y establecer parámetros estrictos para la construcción de edificios en las esquinas.

Recomendó sancionar a los constructores que no se ciñan a los parámetros de construcción – impedir la construcción de pisos extra o hagan modificaciones a la estructura de los inmuebles–, así como multar con severidad a quienes coloquen antenas o anuncios espectaculares sobre las azoteas

Berrón Ruiz aconsejó también que constructores y vecinos se coordina en la instrumentación de sus edificios; es decir, instalen equipos de medición para verificar de manera periódica el comportamiento de la estructura y observar cómo se mueven a causa de sismos y los hundimientos.

Incluso aconsejó establecer como requisito indispensable la adquisición de seguros de responsabilidad civil en caso de desastre natural, a fin de “asegurar” los inmuebles y cubrir los daños que eventos como los de septiembre pasado puedan generar. Foto: Animal Político

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