¿CÓMO FUNCIONA UN CEREBRO ENAMORADO?

corazon-amor-desmotivaciones-2El amor es un tema central para la humanidad y una fuente de inspiración para la poesía, la música, la pintura y el arte en todas sus expresiones. Incluso, gracias al desarrollo de modernas técnicas de imagen que permiten observar directamente lo que pasa al interior de nuestras cabezas, se ha convertido en un tema de interés para la ciencia.

De acuerdo con estudios de neuroimagen publicados hasta la fecha, el núcleo ‘accumbens’ es el área cerebral más potentemente activada en los cerebros enamorados. Esta estructura -en asociación con otras- constituye el denominado sistema de recompensa del cerebro, cuya activación resulta en una profunda sensación de placer y euforia.

Los estímulos capaces de desencadenar esta emoción son diversos, incluyendo: sexo, exposición a situaciones, personas o ambientes nuevos y/o poco familiares, entre otros. El sistema de recompensa se encarga de reforzar la asociación entre un estímulo capaz de generar placer y el estado eufórico al que conduce, potenciando los comportamientos de búsqueda y “consumo” de estímulos gratificantes.

Sentimiento adictivo

Frecuentemente, las parejas dicen sentirse más unidas después de realizar un viaje juntas. Esta sensación no es una fantasía, sino que parece tener un fundamento neuroquímico real. Se cree que, al enfrentarse de forma permanente a la novedad, la activación de este sistema refuerza la asociación entre la sensación de placer y la presencia de la otra persona, lo que favorece la consolidación de lazos afectivos.

Todas las drogas adictivas se caracterizan por estimular este sistema como lo hace el amor, sin embargo, aún no se le considera formalmente como un sentimiento potentemente adictivo. Si se analizan los criterios diagnósticos de la adicción, se descubre un patrón conductual sobrecogedoramente similar al del enamoramiento.

Entonces, el adicto muestra una conducta de ansia exagerada e irreprimible por conseguir la droga; emplea mucho tiempo y esfuerzo en actividades relacionadas con la obtención de la sustancia, como desplazarse largas distancias o realizar, sin disgusto, los formidables movimientos que se requieren para la cópula; y antepone el consumo de la sustancia a sus actividades sociales, laborales o recreativas. Desde luego, el parecido es manifiesto.

El aspecto más frustrante de la adicción es su persistencia. La exposición a recordatorios del consumo de drogas, como lugares asociados al uso previo, puede ocasionar una recaída, incluso, décadas después de superar la adicción. En el caso del amor, una canción, una fotografía o un camino de vuelta a casa pueden tener el mismo efecto, reavivando la extinta llama del amor y abrasándonos por dentro.

(Fuente: Muy Interesante)

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