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Al inclinarse cerca de la cuna y sonreírle a su recién nacido, la mayoría de los padres no saben que su hijo no reconoce la emoción reflejada en sus rostros.
En una investigación del Instituto de Psicología de la Universidad de Oslo (Noruega) y la Universidad de Uppsala (Suecia) con bebés de dos o tres días de nacidos, se descubrió que la distancia máxima a la que un recién nacido puede reconocer si la persona que se le acerca está enojado o alegre es de 30.48 cm.
Si la distancia aumenta a 60 cm y más, la imagen es tan borrosa para el bebé, quien no podrá ni reconocer el rostro del que le habla.
PARA OBTENER ESTOS RESULTADOS
Los investigadores utilizaron registros en video de rostros cuyas expresiones cambiaban constantemente. Inicialmente los clips fueron mostrados a adultos para estar seguros que las emociones reflejadas en el video eran fácilmente identificables.
Luego le mostraron los mismos registros en video a los recién nacidos y se identificó si veían o no las imágenes con claridad.
POR LO GENERAL
Los niños reaccionaban de forma aleatoria a las imágenes que se mostraban a más de 30 cm, mientras que si se mostraban a menos de esa distancia, su reacción cambiaba de acuerdo al sentimiento expresado en los rostros de los sujetos.
Según el profesor Svein Magnussen, los recién nacidos son capaces de imitar la mímica de los adultos desde los primeros días de vida, pero eso no significa que entiendan lo que esa expresión significa.
