¿CÓMO SABER SI TU HIJO/A ES VÍCTIMA DE BULLYING?

bullyingLos especialistas definen al bullying como una forma de acoso o maltrato verbal, físico o emocional que sufre un niño, muchas veces en silencio y de manera reiterada, por parte de compañeros u otros niños principalmente en el aula o dentro del entorno escolar. Esto produce efectos físicos y psicológicos que pueden generar serias consecuencias sociales, educacionales y emocionales en la vida de los menores, así como influir en su desarrollo.

El maltrato infantil es un fenómeno que ha incrementado en los últimos años, afectando a un porcentaje alto de los niños, niñas y jóvenes a nivel mundial.

De acuerdo con un informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) realizado con datos de 190 países, 1 de cada 10 niñas sufre algún tipo de acto sexual forzado y 1 de cada 3 estudiantes entre 13 y 15 años sufre acoso escolar. Además, entre el 50% y 70% de los estudiantes en América Latina fueron acosados, o bien, atestiguaron una intimidación.

El bullying puede presentarse de diferentes maneras:

  • Acoso y abusos en el colegio: es el tipo más habitual y tradicional, que puede abarcar desde insultos y agresiones verbales, hasta exclusión en las actividades del grupo, burlas, rumores y otras formas de maltrato.

  • Bullying electrónico o Cyberbullying: se refiere al acoso, burlas o chantajes que se realizan a través del espacio cibernético, internet y las redes sociales. En este caso, y debido a la herramienta, el victimario está “protegido” por elementos como el anonimato o la posibilidad de usar perfiles falsos. Este tipo de acoso está creciendo mucho en países como Estados Unidos, Reino Unido, España, Francia, Holanda, y Rusia.

  • Sexting: consiste en difundir imágenes o vídeos de alto contenido sexual o erótico para provocar la humillación del afectado.

¿Cómo detectar si tu hijo sufre bullying?

Diversos factores contribuyen a detectar si tu hijo es víctima de algún maltrato. Entre ellos:

  • Pretextos para no asistir a la escuela

Muchas veces pueden inventar malestares o excusas para evitar esa situación, como: dolores de cabeza o estómago frecuentes, sensación de malestar o simulación de enfermedad. Incluso, pueden ser manifestaciones reales de su cuerpo ante el malestar psicológico que sufre.

  • Lesiones sin explicación

Es uno de los signos más visibles, pero a la vez es difícil de detectar, ya que muchas veces los niños o niñas suelen ocultarlos por temor o vergüenza. Muchos de los niños que sufren bullying pueden también volver de la escuela con sus útiles u objetos personales rotos o bien extraviados.

  • Bajo rendimiento escolar

Un niño que sufre maltrato seguramente presentará dificultades para concentrarse en la escuela. La falta de interés es uno de los indicios más claros de que seguramente algo en el ambiente escolar no está marchando con normalidad.

  • Problemas de integración

Otra clave es la pérdida repentina de amigos o el deseo de evitar situaciones sociales en los niños o jóvenes que están sufriendo estos tipos de maltratos.

  • Decaimiento

Si tu hijo o hija está sufriendo uno de estos acosos, su autoestima se verá dañada. Es posible que detectes su baja energía, mirada caída y actitud corporal similar a la depresión. También puede presentar cambios en sus hábitos alimentarios o dificultad para dormir.

En algunos casos, alguien que sufre bullying puede maltratar a terceros, especialmente a sus primos o hermanos más pequeños, con quienes se siente en mayor confianza. Además, puede manifestar comportamientos como escaparse del hogar o autoinfligirse heridas.

Consejos a tener en cuenta:

Los niños acosados suelen no pedir ayuda ni contar su problema por temor al acosador, por vergüenza o por sentirse incomprendidos. Por ello, es fundamental estar atento y dialogar para saber qué ocurre.

  • Escucha, conversa y confía en tu hijo/a

Escucha a tu hijo/a. En ocasiones, hay cuestiones que no se expresan con palabras, pero que los padres pueden percibir, como: cambios de ánimo, de humor o conductas habituales. No lo presiones, genera un espacio de diálogo y déjalo hablar. La clave está más en la escucha que en la pregunta.

Una vez que él hable, no pongas en duda su relato. Cuéntale que el acoso es un problema y procura siempre contenerlo y hacerlo sentir cuidado y valorado.

  • Informa

Si descubres que tu hijo sufre acoso escolar, informa a las autoridades de la escuela. Pide una cita con los directivos y acuerda un seguimiento con el gabinete psicológico para que el abordaje sea conjunto. Los padres tienen derecho a ser informados del caso y a exigir un control más exhaustivo sobre lo que sucede dentro del colegio.

  • Pide ayuda

Puede resultar necesaria la atención psicológica y/o médica para tratar el daño producido. Quizá con un adulto desvinculado del grupo familiar, el niño/a pueda generar la confianza necesaria para dialogar sobre aquello que le está sucediendo.

  • Apoyo y contención

Como familia es importante que todos le hagan sentir al niño que no está solo. Acompáñalo y anímalo para seguir adelante.

En todos los casos, el diálogo, la cercanía y la acción de los adultos es fundamental para que los chicos no queden librados a su suerte y reciban el amor que necesitan para superar esta situación de la mejor manera posible.

(Fuente: Vera Juárez / www.ciudadanosenred.com.mx)

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