Ivette Sosa
La educación sexual en México, como en muchos otros países de América Latina, es insuficiente o nula. Es un tema tabú que no se aborda en conversaciones entre padres e hijos; entre maestros y alumnos y tampoco el gobierno se ocupa de la educación sexual de sus ciudadanos.
Existen tímidas campañas del uso del condón para evitar embarazos no deseados, sobre todo entre adolescentes. Paradójicamente, el índice de mujeres embarazadas menores de edad, va en aumento creciente.
La sexualidad es, pues, un tema de salud pública que no se aborda abiertamente. La iglesia católica influye fuertemente en contra de hablar de la sexualidad, generando muchos prejuicios entre sus feligreses que son una mayoría significativa.
PREJUICIOS Y PROBLEMAS SEXUALES
Para el antropólogo, periodista y terapista de parejas, Bolívar Hernández, los prejuicios sexuales entre los mexicanos son variados. “La virginidad femenina es uno de los más importantes, para evitar el contacto sexual, sin embargo ésta dejó de ser un tema que impida el matrimonio, ya no se erige como requisito como sí lo fue en la antigüedad hasta el siglo pasado”.
Los prejuicios incluyen, por ejemplo, que únicamente se copula para procrear. Y que sólo es válida la posición del misionero (la mujer se coloca boca arriba con las piernas algo abiertas y el hombre se posa encima de ella), ya que otras posiciones se consideran pecaminosas o del mundo animal.
Refiere que la satisfacción sexual de las parejas tiene muchas dificultades, también por falta de conocimientos del comportamiento sexual humano.
“Las parejas no conocen sus cuerpos a nivel fisiológico. Generalmente las relaciones sexuales están distorsionadas por una deficiente educación en ese tema. Y fundamentalmente por la pornografía como sustituto de una real y sana relación entre dos seres humanos, independiente del género de que se trate”, explica el experto.
CÓMO SATISFACER A UN HOMBRE EN LA CAMA
“Para las mujeres, el mejor afrodisiaco son las palabras. El punto g está en los oídos, y el que busque más abajo está perdiendo el tiempo”, escribió Isabel Allende, escritora chilena.
Ello tiene una explicación muy simple –nos comenta el doctor Jerry Bahena-, porque las féminas son más sensoriales y sentimentales, mientras que los hombres son muy visuales y pasionales.
Surge entonces el cuestionamiento: Cómo satisfacer a un hombre en la cama.
El también sexólogo y catedrático responde que la fémina no debe ser pasiva, sino creativa y complaciente, dispuesta a jugar y cambiar de posiciones durante la relación sexual, pues “al hombre le encanta que su pareja le pregunte qué poses quiere experimentar y qué tipo de sensaciones le provocan”.
Señala que sin importar el aspecto físico de la fémina, ella siempre debe mostrarse segura y contenta con su cuerpo y derecho a ejercer con libertad su sexualidad. “Así que déjate tocar y también acaricia sin miedos ni prejuicios”, aconseja.
Otro tip, ¡no apagues la luz!, no queden en penumbras, “olvídate de tus senos pequeños, de los kilitos de más o de la celulitis y permite que él vea tu silueta, al natural, para que se excite al máximo”.
¡Deja la cama! “Sé creativa, busca y experimenta el sexo en nuevos sitios. Puede ser en la mesa del comedor, en el jacuzzi, en el nuevo mueble de la cocina y, si eres más atrevida, invítalo a tener sexo en tu oficina o dentro de un elevador”.
¿QUIERES VOLVERLO LOCO?
El doctor Jerry Bahena recomienda portar ropa interior sexy y muy femenina. Así, “mientras toca tu cuerpo con suavidad y te desviste lentamente, su excitación irá en aumento y cada segundo que pasa se volverá loco y su único deseo, en ese momento, será estar dentro de ti”.
Para ello, “no tengas una actitud pasiva –señala el experto-, toma su pene entre tus manos y acarícialo suavemente, lámelo, chúpalo y toca sus testículos. En recompensa, deja que te masturbe, que acaricie tus labios vaginales y recorra, con sus dedos, tu vagina”.
Apunta que hay muchas formas para satisfacer a un hombre en la cama, desde practicar distintas posiciones, hacer juegos de roles y hasta usar juguetes sexuales.
“Lo importante -acota- es que ambos se comuniquen y disfruten de un momento no sólo de intimidad, también de comunión con tu pareja, por lo que siempre debe ser divertido y placentero y, a través de éste, obtendrás un mejor vínculo afectivo con pareja”.
Ya lo dijo Woody Allen, director de cine estadounidense: “¿Es sucio el sexo? (Sí) Solo cuando se hace bien”.
