Elisabeth Hellenbroich*
La quincuagésima quinta Conferencia de Seguridad de Múnich (CSM), realizada entre el 15 y el 17 de febrero, fue dedicada al tema: “¿Quién recogerá las piezas?” La pregunta se refiere al actual orden mundial en colapso, a dos años de gobierno de Donald Trump y su política exterior errática. El encuentro de Múnich abrió de par en par las puertas de las divergencias en el campo occidental al aflorar debates centrados en si el futuro orden mundial deberá fundarse en el “unilateralismo” o en “multilateralismo”.
De un lado estuvo el vicepresidente Mike Pence, en contraste con la canciller alemana, Angela Merkel, cuya defensa de un orden global multipolar fue aplaudida de pie, mientras que el discurso de Pence dejó a los asistentes literalmente congelados.
Además, a pesar de todos los intentos de aislar a Rusia, el canciller ruso, Serguéi Lavrov hizo un llamado vehemente a la reconstrucción de la “casa común europea”; enfatizó que Rusia está coordinando estrechamente su política euroasiática con China, al mismo tiempo que deploraba profundamente la pérdida de las oportunidades ofrecidas luego de la Guerra fría para crear un espacio común europeo en los campos económico, cultural y legislativo. Sus palabras tuvieron en contraparte las del representante de China, Yang Jiechi, quien ofreció una visión osada de un orden mundial reformado y apeló a la Unión Europea (UE) a estrechar la cooperación con su país.
Pence insto a Europa a seguir el “liderato” estadounidense. La que sigue es su definición de liderato estadounidense en el mundo:
“(Trump) tomó medidas decisivas para hacer todavía más fuertes las fuerzas armadas más poderosas de la historia del mundo, teniendo la mayor inversión en nuestra defensa nacional desde los días de Ronald Reagan. (…) Iniciamos la modernización de nuestro arsenal nuclear. Y, el mes pasado, el presidente Trump reveló la nueva estrategia de defensa contra proyectiles de nuestra nación. (…) Trump ha liderado a nuestros aliados de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) para renovar su compromiso con nuestra defensa común.” Estados Unidos, exigió Pence, “espera que cada miembro de la OTAN ponga en marcha un plan creíble para alcanzar la meta de 2 por ciento (de su PIB, en la defensa –n.e). Y hasta 2024, esperamos que todos nuestros aliados inviertan el 20 por ciento de los gastos de defensa en adquisiciones” (de armamentos y equipos –n.e.).
Pence hizo una fuerte crítica indirecta a Alemania, al afirmar que Estados Unidos no permitiría una alianza dividida por interferencia política o por el uso de recursos energéticos. Exigió que, imitando a Estados Unidos, “todos los socios de Europa deberían adoptar una posición fuerte contra el (gasoducto ruso-alemán) Nord Strem II. Y recomendamos que otros hagan lo mismo.” A manera de justificación, argumentó que Occidente no puede defenderse “si nuestros aliados siguen dependiendo de Oriente.”
Además, como era de esperarse, dedicó un ataque especial a Rusia en el que destacó que “luego de años de violaciones rusas de nuestro tratado de décadas, Estados Unidos anunciaron planes para retirarse del Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio.”
La otra diana fue Irán. Pence afirmó, y con ello demostró la obsesión patológica de demonizar el país, que “el régimen iraní defiende abiertamente otro Holocausto y busca los medios para conseguirlo. El mismo ayatola Jamanei dice que la misión de la República Islámica de Irán es borrar a Israel del mapa.”
En referencia a la reunión de Varsovia sobre Paz y Seguridad en Oriente Medio afirmó: “Llegó la hora de que todos nosotros actuemos. Llegó el momento de que nuestros socios europeos dejen de minar las sanciones de Estados Unidos contra este régimen revolucionario asesino (sic). Llegó el momento de que nuestros socios estén presentes con nosotros y con el pueblo iraní, nuestros aliados y amigos de la región. Llegó el momento de que nuestros socios europeos se retiren del “acuerdo nuclear con Irán” y se unan a nosotros, mientras hacemos las presiones económicas y diplomáticas para dar al pueblo iraní, a la región y al mundo la paz, la seguridad y la libertad que merecen.”
Merkel defiende el orden mundial multilateral
En un discurso contundente y aplaudido de pie, Merkel no dejó ninguna duda de que cuando los intereses estadounidenses y alemanes, así como los de la UE, “chocan”, la respuesta no puede ser la sumisión ciega a la presión unilateral. Sus observaciones se centraron en principios indispensables para reforzar los intereses soberanos de Alemania:
1)Alemania no cederá al dictamen de Trump de sacrificar el gasoducto Nord Stream II, del cual participan cinco naciones europeas, una campaña conducida en tonos casi histéricos por parte de Estados Unidos, que amenazan con sancionar a las empresas alemanas y europeas, para obligar a comprar el GLP estadounidense.
2) En respuesta a la amenaza de Trump de imponer tarifas a los automóviles alemanes, cuyas importaciones fueron calificadas por la Secretaría de Comercio estadounidense de “amenaza a la seguridad nacional,” Merkel afirmó que recibió tal declaración como “choque,” pues, hoy, más automóviles BMW se producen en Carolina del Sur y se exportan de allí que de las fábricas de BMW de Baviera.
3) en línea con su ministro de Relaciones Exteriores, Heiko Maas, Merkel subrayó que el principio orientador de la política exterior de Alemania no es el “unilateralismo,” sino el “multilateralismo.”
4) Dejó claro que Alemania y muchos otros socios europeos, reflejando la posición de la canciller de la UE, Federica Mogherini, no aceptará las exigencias de Estados Unidos para abolir el tratado nuclear con Irán.
5) No obstante que sea crítica de lo califica la violación rusa del tratado de proyectiles de alcance intermedio (INF), afirmó que quiere mantener el diálogo con Rusia y China, dado el carácter “bilateral” del INF, Europa está más amenazada con su abolición.
Merkel, así, hizo explícitas las “líneas de fractura” en Múnich, aunque su compromiso de fomentar el diálogo con Rusia no haya sido tan enfático como necesario, si se considera lo que está en juego para el futuro.
Lavrov defiende la “casa común europea”
El discurso de Serguéi Lavrov sobre cómo será el continente europeo en el futuro fue corto y directo. A partir de la observación de que en el continente europeo y en la región euroatlántica en general, “surgen cada vez más nuevos mal entendidos y los más antiguos se profundizan,” afirmó: “Creo que, en estas circunstancias, es relevante y hasta oportuno retomar la idea de la Casa Europea, por más extraño que esto pueda parecer en la situación actual.”
En referencia a la visión del general Charles de Gaulle aseveró: “Muchos grandes políticos modernos percibieron la necesidad de reunir las potencialidades de absolutamente todos los estados europeos. Déjenme mencionar a Charles de Gaulle, quien presentó el concepto de una Gran Europa del Atlántico a los Urales, una Europa Pacífica, sin divisiones o enfrentamientos de bloques, lo que, en su opinión, convertía a Europa en artificial y estéril. El canciller Helmut Kohl y el presidente François Mitterrand también hablaron sobre la importancia de una sociedad más amplia posible con Rusia, en nombre de la estabilidad y de la seguridad.”
Lavrov lamentó que los europeos se hayan involucrado en un enfrentamiento sin sentido con Rusia y que estén “sufriendo pérdidas de miles de millones con las sanciones que fueron impuestas desde el exterior.”
Sin embargo, observó también que el mundo sigue cambiando rápidamente y que, en términos prácticos, la UE ya no tiene el monopolio de la agenda de integración regional. En lugar de ello, el “equilibrio de poder se está modificando en el enorme continente euroasiático, principalmente, a causa de los nuevos centros de la región Asia-Pacífico. La Unión Económica Euroasiática (EAEU) se convirtió en una parte inalienable del paisaje geopolítico, como quedó evidenciado por los resultados concertados alcanzados por ella y por el deseo demostrado por decenas de estados y de asociaciones, de firmar acuerdos preferenciales con la EAEU”.
“ La República Popular de China, que está promoviendo el concepto de la Iniciativa y Ruta, está dando la propia contribución para mejorar Eurasia. De la misma forma, existen proyectos que tienen que ver con la integración abierta de la plataforma SCO (Organización de Cooperación de Shanghái). (…) Se están haciendo esfuerzos para crear un espacio euroasiático común con el alineamiento de la EAEU y entre esas dos organizaciones y la SCO.”
El representante ruso dijo creer que los socios europeos se beneficiarán de la adhesión a tales proyectos. Sobre la creación de un espacio común de Lisboa a Vladivostok y el proceso de un diálogo estable entre la Comisión Europea y la Comisión Económica Euroasiática, “la hora pasó hace mucho tiempo. Estamos listos para eso.” Defendió, igualmente, la profundización de la cooperación EU-EAEU y recalcó, como lo hicieran los representantes chinos, que ambos países están a favor de un nuevo orden mundial reforzado multilateralmente y que rechace decisiones unilaterales y chantajes.
La visión multilateral de China – ventajas para todos
Un contrapunto real a los planes unilaterales de Estados Unidos fue el discurso de Yang Jiechi, miembro del Comité central del Partido Comunista Chino y director de la Comisión Central de Relaciones Exteriores del partido. En sus palabras, el sistema de gobierno mundial está siendo desafiado y “enfrenta a una elección consecuente entre el unilateralismo y el multilateralismo, enfrentamiento y diálogo, aislamiento y apertura.” Resaltó: “El multilateralismo ofrece una forma efectiva de mantener la paz y promover el progreso, y el mundo necesita del multilateralismo, hoy más que nunca.” Para China, la Organización de Naciones Unidas (ONU) es el “símbolo del multilateralismo.”
Sobre las relaciones China-Rusia, afirmó que los dos países “trabajarán para elevar su sociedad estratégica de coordinación amplia a nuevas plataformas. China sigue siendo un firme defensor de la integración europea. Nos congratulamos con una Europa más unida, estable y próspera, y apoyamos a Europa para que desempeñe un papel importante y constructivo en los asuntos internacionales.”
El gobierno mundial tiene que reformarse, afirmó Yang Jiechi. Subrayó que China. Con una posición clara contra el unilateralismo y el proteccionismo, está “inyectando energía positiva en un mundo de incertidumbres.” Se refirió a muchos proyectos en los que China está comprometida con entidades como la Organización de la Unión Africana, la Liga Árabe, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y –caribeños, el BRICS, la SCO y otras. Dijo, además, que con la creación del Banco Asiático de Inversiones en Infraestructura y del Nuevo Banco de Desarrollo, China ha hacho contribuciones importantes para la mejora del gobierno económico internacional: “China contribuyó con 30 por ciento al crecimiento económico mundial, más que cualquier otro país del mundo. La enorme demanda generada por 1 400 millones de chinos que están subiendo en la escala de la renta proporcionarán al mundo todavía más oportunidades en términos de inversión y cooperación en el mercado.”
El tipo de proyectos en los que China está participando actualmente es impresionante y, en muchos de ellos, participa Rusia. Mencionó, para finalizar, la Iniciativa Cinturón y Ruta, una especie de la nueva Ruta de la Seda, descrita por él como un importante “bien público internacional,” con el cual China contribuye al mundo y a la cooperación para el desarrollo común: “China y más de 150 países y organizaciones internacionales firmaron acuerdos de cooperación que representan valore superiores a los 6 billones de dólares en comercio acumulado entre China y los países participantes… El servicio de tren de carga es un ejemplo poderoso de cómo la cooperación del Cinturón y Ruta puede impulsar el progreso y la prosperidad comunes de China y de Europa con comunicación más eficaz.”
La reunión de la CSM ilustró los fascinantes cambios que están ocurriendo en la arquitectura mundial y ofrece, para los que en Europa quieren armar el rompecabezas de forma constructiva, nuevas oportunidades para ampliar la cooperación mínima en política, economía y cultura.