El gobierno chino ordenó el confinamiento inmediato de once zonas residenciales. Además, suspendió la reanudación de las clases en primaria y guarderías. Ello, luego de que se detectaran casos de COVID-19 en un mercado de alimentación al por mayor, el cual también fue cerrado.
El mercado de abastos de Xinfadi, es el principal centro mayorista de alimentos de la capital china, que cubre una superficie de 112 hectáreas y surte en torno al 90% de la fruta y la verdura que se consume la ciudad.
Dos de los infectados por el coronavirus tienen relación con Xinfadi, donde diferentes fuentes aseguran que trabajan como inspectores.
CIERRE TOTAL
Las Autoridades no quieren correr ningún riesgo, así que han puesto en marcha un importante dispositivo de Fuerzas de Seguridad para certificar que el cierre es total y han iniciado una operación para realizar tests a las 10 mil personas que trabajan en sus instalaciones.
También para evitar que Pekín sufra una situación como la de Seúl, donde pequeños focos de contagio amenazan con revertir las medidas de regreso a la normalidad, otros cinco mercados de la ciudad, especializados en carne y pescado, han bajado la persiana.
Se informó que todos los mercados serán desinfectados para garantizar la higiene, y su reapertura dependerá de los resultados de los tests.