Con el alza de temperaturas que la nación ha presentado durante este año, es imposible no deshidratarse y si hablamos de zonas tropicales, la situación tiende a empeorar.
Podemos suponer que ese es el motivo por el que un automovilista en Cancún se acerca a comprar en repetidas ocasiones agua a una joven venezolana que vende agua de sabor en un camellón.
El cliente encantado graba el amable y cálido trato que la mujer tiene con él a pesar de que desde un principio se da cuenta de que ya ha pasado varias veces.
“Hola, ¿otra vez tú? (…) te puedes llevar toda la cava si quieres”, le dice la vendedora aprovechando el notorio nerviosismo del conductor que le coquetea. “y tienen sabor venezolano”, asegura ella para terminar de convencerlo.