Un descanso nocturno correcto se asocia a una mejor salud cardiovascular.
Una investigación publicada en European Journal of Preventive Cardiology ha puesto de manifiesto que aquellas personas que duermen un mínimo de siete horas al día, reducen hasta en un 65 % el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y hasta un 83 % el riesgo de fallecer por esa causa.
COME SANO
Según el New England Journal of Medicine, la dieta mediterránea (predominio de frutas, verduras, pescado, carnes magras, legumbres y aceite de oliva), acompañada de frutos secos, disminuye tanto el riesgo cardiovascular como la mortalidad por alguna dolencia del corazón.
El sobrepeso y la obesidad están detrás del 75 % de los infartos, refiere la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y de Unidades Coronarias (SEMICYUC).
COLESTEROL, UN GRAN ENEMIGO
La obstrucción de las arterias por exceso de colesterol malo (LDL) es el principal desencadenante de ictus e infartos.
Uno de los factores que lo provocan es el abuso de grasas saturadas, presentes en lácteos enteros, embutidos, bollería industrial, aperitivos salados y otros productos procesados.
Por eso, el consumo de omega-3, un ácido graso insaturado que abunda en pescados azules –salmón, atún, sardinas–, y de algunos productos lácteos y suplementos nutricionales que contienen fitoesteroles son un arma eficaz contra la hipercolesterolemia.
¡ALTO AL ESTRÉS!
Desde 2012, la Guía europea sobre prevención de la enfermedad cardiovascular en la práctica clínica incluye el estrés como factor de riesgo para el buen funcionamiento de la bomba vital, ya que es un detonante de la hipertensión arterial.
Si se instala de forma habitual en nuestra vida cotidiana, acaba afectando a la salud general.
Recomiendan los expertos que hay que aprender a desconectar y combatirlo con ejercicio, yoga, hábitos sanos y, si fuera necesario, fármacos o psicoterapia.
LA HIPERTENSIÓN NO AVISA
Médicos recomiendan tomarse la presión a menudo, pues la hipertensión no avisa.
Modera el consumo de sal y come uvas.
Un reporte de la Universidad de Míchigan publicado en el Journal of Nutritional Biochemistry prueba que esta fruta contrarresta los problemas cardiacos derivados de la tensión alta, al activar genes responsables de los antioxidantes que protegen el miocardio.
MODERACIÓN AL BEBER
Recientes estudios demuestran que la cerveza y el vino tinto en dosis moderadas –nunca más de dos vasos al día– disminuyen el riesgo de enfermedad coronaria al reducir el colesterol malo (LDL) y aumentar el bueno (HDL).
Pero su exceso en sangre afecta al funcionamiento de muchos órganos del cuerpo, acelera el ritmo cardiaco y altera la calidad del descanso y el sueño.
CUIDADO CON EL TABACO