Pese a un retorno gradual de los capitales hacia naciones emergentes tras la escalada de volatilidad provocada por el covid-19, México reportó en mayo flujos de salida en su mercado de deuda por tercer mes consecutivo.
Ello -destacan los analistas-, debido a una mayor cautela por parte de los inversionistas, ante el temor de una fuerte contracción, factores idiosincráticos (temas de manejo local de política económica) y la probabilidad de un recorte en la nota crediticia soberana.
Los bonos de la segunda mayor economía de América Latina vieron partir en mayo unos 34 mil 850 millones de pesos (1,490 millones de dólares), que se sumaron a la salida de unos 288 mil millones (12,440 millones de dólares) en marzo y abril.
POLÍTICA ERRÁTICA
Los flujos negativos de México contrastan con la entrada de unos 3 mil 500 millones de dólares dirigidos a deuda de países emergentes en su conjunto, estima el Instituto Internacional de Finanzas (IIF).
El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ha sido criticado por sus erráticas políticas macroeconómicas, enfocadas en privilegiar el gasto social, y por haber frenado proyectos de inversión relevantes, así como por su política energética, precisa 24 Horas.