Miles de personas protestaron de nuevo en la ciudad de Pamplona contra la condena que sentenció el pasado jueves a cinco hombres por un delito de abuso y no por violación a una joven a la que atacaron en grupo en los Sanfermines de 2016.
La manifestación, a la que acudieron 32,000 personas según la Policía Municipal, estaba convocada por diversos colectivos feministas que manifstaron su desacuerdo no solo con el actual Código Penal, sino también con la interpretación que hicieron los jueces y con el modelo patriarcal, que sitúan como el origen del problema.
La condena de la Audiencia de Pamplona sentencia a los cinco acusados a nueve años de prisión por un ilícito de abuso sexual continuado al entender que los abusos se produjeron sin el consentimiento de la joven, pero no se dio uso de la violencia ni intimidación, condiciones para que la agresión se considere violación, según la ley española.
La marcha de protesta, que recorrió la ciudad donde tuvo lugar la agresión, se encontró encabezada por una pancarta en la que se leía: “no es abuso, es agresión: nosotras te creemos” y detrás, otra con el lema: “somos mujeres: no vamos a parar”.
Durante la manifestación se repitieron frases de días anteriores a favor de la lucha feminista como “Tranquila hermana, aquí está tu manada”, “no es no, el resto es agresión”, “si tocan a una respondemos todas” o “los jueces, las leyes, también son cómplices”.
Desde que el pasado día 26 se supo la sentencia, se ha producido una gran contestación social en España, con multitudinarias manifestaciones en toda la nación, además de una iniciativa presentada en la plataforma Change.org para inhabilitar a los magistrados que dictaron el fallo, que ya cuenta con el apoyo de más de un millón de personas.
La condena no es definitiva y va a ser recurrida tanto por la víctima como por la Fiscalía y las acusaciones populares ejercidas por el Ayuntamiento de Pamplona y el Gobierno de Navarra.