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Texas celebró la decisión de la Suprema Corte de Justicia de declinar la petición de la administración del presidente Barack Obama de reconsiderar la ampliación de los programas de inmigración que habrían permitido a millones de inmigrantes indocumentados permanecer legalmente en el país.
El procurador general de Texas, Ken Paxton, elogió la decisión del máximo tribunal judicial del país, en un comunicado en el que critica nuevamente la extralimitación de Obama para tratar de sobrepasar al Congreso en asuntos de inmigración.
“La reescritura de la ley nacional de inmigración requiere la consideración completa y cuidadosa del Congreso”, dijo Paxton. “Este es el último revés al intento del presidente de expandir el poder ejecutivo y constituye otra victoria para los que creen en la separación de poderes establecido en la Constitución”.
“JUGANDO A LA POLÍTICA”
Grupos que trabajan en defensa de los derechos de los inmigrantes, acusaron a los cuatro magistrados conservadores de la Suprema Corte, de estar jugando a la política en vez de mirar los méritos del caso.
La administración Obama solicitó a la Suprema Corte reconsiderar la legalidad del Programa de Acción Diferida para Llegados en la Infancia (DACA) y su versión para adultos DAPA, emitidos por el presidente, luego que la decisión sobre los mismos quedara suspendida el mes pasado, cuando el máximo tribunal empató al votar sobre ello.
LOS DOS PROGRAMAS FUERON IMPUGNADOS POR 26 ESTADOS DEL PAÍS
Encabezados por Texas bajo el argumento de que las acciones ejecutivas migratorias del presidente los forzaban a incurrir en gastos por la obligación de expedir documentos de identidad a los inmigrantes indocumentados.
El juez de Texas, Andrew Hanen, puso inicialmente en suspenso las acciones ejecutivas de Obama y el fallo fue ratificado por la Corte de Apelaciones del Quinto Circuito, de orientación conservadora.