En las profundidades de la ciudad costera de Alejandría, al norte de Egipto, fue hallado un sarcófago de granito negro con casi dos mil años de antigüedad.
La pieza parece sugerir que debajo de su pesada loza de piedra descansa el cuerpo de alguien importante pues solo los mercaderes más ricos o las figuras políticas más poderosas de la era ptolemaica podían pagar una tumba semejante.
Los expertos creen que es la mismísima tumba del conquistador Alejandro Magno, rey de Macedonia y una de las figuras más importantes de la antigüedad.
El descubrimiento de la tumba, intacta desde el siglo segundo antes de nuestra era, podrá permitir a los arqueólogos abrirla y descubrir exactamente quién fue enterrado en ella.
Los expertos egipcios están esperando encontrar pistas del pasado del ciudadano enterrado, así como de su identidad.
De tratarse del aún desconocido lugar del último descanso de Alejandro Magno, este podría tratarse de “uno de los hallazgos arqueológicos más importantes de la historia“, indicó Ayman Ashmawy, director del Departamento de Antigüedades Egipcias.