Comercios y supermerados hacen su agosto en marzo y en plena contingencia por la pandemia de coronavirus, elevando los precios en más del 50 por ciento. ¿Y la Profeco?, ni siquiera soma las narices.
En un recorrido realizado por esta reportera, en diversas colonias de la Ciudad de México, los precios del huevo y la tortilla registran sustanciales alzas durante las últimas semanas.
En el caso del kilogramo de huevo, si es que lo hay, llega a los 48 o 50 pesos; mientras que la tortilla se vende hasta en 18 pesos y en ciudades del norte del país se oferta hasta en 30 pesos el kilo.
¿SUBE EL MAÍZ?
Comerciantes señalaron que en la capital del país, la tortilla podría “llegar a los 20 pesos por kg. muy pronto”, debido a que la tonelada de maíz subió de 4 mil 800 pesos a 6 mil pesos en el último mes, y no dudan que se incremente a los 6 mil 500 pesos.
Desde el escritorio, Ricardo Sheffield, titular de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), asegura que “no existe justificación para incrementar el precio de la tortilla de maíz”. No obstante, los precios de este producto básico en la alimentación de los mexicanos, se ha disparado.
Lo mismo pasa con el huevo, que se puede encontrar entre 48 o 50 pesos. En supermercados, el producto, de plano, no se encuentra.
Los consumidores han hecho compras de pánico
De hecho, los anaqueles de diversas tiendas lucen vacíos y escasean los productos de lata como atún, sardina, salmón, salsas, conservas, aceite, aceitunas, embutidos y frutas.
Tampoco hay pastas, arroz, habas ni frijoles. Y si éstos se encuentran, los productos han sido reetiquetados y han aumentado por lo menos el 35 por ciento de su valor con respecto a la semana pasada, comentan abrumadas amas de casa entrevistadas por diarionoticiasweb.com
Ejemplo de ello, dice doña Cuquita, maestra de 52 años:
Es el pan bolillo en Bodega Aurrerá de Churubusco, que estaba a un peso y ahora está a $1.70 por unidad; el jamón que lo compraba a 25 pesos el cuarto y ahora está a 30; la leche que costaba 10 pesos y ahora está a 11.50, y así todos los productos de la canasta básica.
Lo cual es un abuso, sobre todo en tiempos de coronavirus, donde las tiendas comerciales deberían ser empáticos a nuestras necesidades, pero todo lo contrario. Están actuando vorazmente, sacarnos hasta nuestro último peso y el Gobierno de López Obrador no hace nada por frenar la escalada de precios.