Aprovechando las horas pico, rodean a la víctima y empiezan a empujarla hacia las puertas atascadas del convoy…
Los ladrones operan en grupos de hasta cuatro personas para acorralar a la víctima y quitarle lo que traiga.
EN HORAS PICO
Aprovechando las horas pico, rodean a la víctima y empiezan a empujarla hacia las puertas atascadas del convoy. Uno de ellos la avienta, otro la distrae y el tercero mete mano a las bolsas de su pantalón para sacar lo que traiga. Operan en fracciones de segundos. Cuando logran quitarle el celular, empiezan a gritar “ya no caben, ya no caben” y dejan de empujarlo.
LA TÀCTICA PERFECTA
Ellos, los amantes de lo ajeno se quedan afuera, la víctima adentro y es cuando las puertas se cierran. Al final, entre los tres o cuatro se van pasando las cosas para guardarlas por si alguien los llega a incriminar. La impunidad, los empujones y el poco abasto en el transporte se convierten en la táctica perfecta de estos hampones capitalinos.