Esa fue una de las excusas que dio el cura pedófilo italiano Paolo Glaentzer, de 70 años, que fue arrestado por la policía el pasado 23 de julio, cuando se encontraba dentro de su carro con una menor de tan solo 10 años.
El sacerdote, que fue arrestado acusado de violencia sexual agravada, se salvará de ir a la cárcel porque cumplirá el arresto en su casa, ubicada en la pequeña localidad de Bagni di Lucca. El otro castigo que recibió se lo notificó el arzobispo de Florencia, que le prohibió celebrar misas, comunica Clarín.
El pedófilo anciano trató de explicar su repudiable conducta al medio Corriere Fiorentino, donde aseguró que el demonio le puso “una zancadilla”, y que lo que hizo fue “una estupidez”. Además, reconoció haber estado con la menor en otras ocasiones:
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