De los arrepentidos será el reino de los cielos

 

Mouris Salloum George*

La conseja popular  nos anuncia que, de los arrepentidos, se vale Dios. De ellos, será el reino de los cielos. Según lo creen los practicantes católicos.

 

Significa que los pecadores se gratifican con su propia convicción de que dejaron atrás el mal y esperan morir en la gracia de Dios. Para entonces ya lo bailado, ¿quién me lo quita?

 

En sus días crepusculares, Miguel de la Madrid declaró públicamente que, al escoger a Carlos para la sucesión presidencial, desconocía la catadura moral de los hermanos Salinas de Gortari.

 

Los más cercanos colaboradores del ex presidente,  que habían sido miembros de la Familia feliz-después Grupo compacto– se calzaron la bata de siquiatra y le diagnosticaron a su ex jefe demencia senil.

 

Felipe Calderón Hinojosa, quien por la interpósita gestión de su esposa espera recibir en agosto franquicia nacional de un nuevo partido político, acaba de pronunciar ante un entrevistador designado su mea culpa: No lo volvería a hacer.

 

En política: Virtudes privadas, males públicos

El michoacano fue al menos dos veces legislador, jefe nacional del PAN y miembro del gabinetazo presidencial ampliado y del legal de Vicente Fox antes de llegar a Los Pinos, haiga sido como haiga sido.

 

No se requiere el rango de estadista para, a la hora de asumir el supremo rango político, seleccionar a su equipo de tarea operativo conforme no sólo su expediente privado, sino su fama pública. Que no son lo mismo.

 

De ello se colige que la verdadera hoja de vida de Genaro García Luna -no el currículum maquillado-, fue tomada en cuenta por Calderón Hinojosa para designarlo secretario de Seguridad Pública, puesto clave en el combate al crimen organizado.

 

Antes, García Luna había sido responsable de Inteligencia de la primera Policía Federal Preventiva y de la Agencia Federal de Investigación de la PGR, apadrinado a distancia por el FBI. No cruzó moralmente ileso por esos encargos. (A García Luna, Washington le aplicó la misma receta que al panameño Manuel Noriega.)

 

Ahora que sale a balcón en corte judicial estadounidense la calaña de García Luna, Calderón se arrepiente: No lo volvería a hacer. Demasiado tarde: El mal está hecho.

 

Pd: La confesión de El hijo desobediente se pronunció ante quien, en su momento, la hizo de boca de ganso de Genaro García Luna. Dios los hace, y ellos se juntan. Suele ocurrir.

*Director General del Club de Periodistas de México, A.C.

 

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