De poder a poder, así se percibe la final del Torneo Apertura 2018 de la Liga MX, los números, planteles, directores técnicos, rivalidad y sobre todo la forma de jugar de ambos equipos, la hacen una soñada.
Cruz Azul y América se verán las caras durante 180 minutos, en un coloso de Santa Úrsula que con toda seguridad lucirá 2 llenos absolutos, en la búsqueda por alcanzar el ansiado campeonato, en una nueva edición del llamado “clásico joven”, mismo que luce bastante interesante y con todos los ingredientes puestos en la mesa para ser una final memorable.
La bien aceitada Máquina Cementera del Cruz Azul (1) logró su pase tirando de oficio y aprovechando el beneficio de haber quedado mejor posicionado en la tabla general que su decepcionante rival, Rayados de Monterrey, al empatar en el marcador global (1-1).
Por su parte, las peligrosas Águilas del América (2) no tuvieron piedad de unos desangelados Pumas de la UNAM a quienes les endosaron un humillante y vergonzoso 6-1 en el partido de vuelta, encuentro en el que se conjuntaron diversos factores, entre otros la pasividad felina y la contundencia emplumada. Con un global de (7-2), los azulcremas consiguieron de manera clara su boleto para disputar la finalísima.
Así, tenemos por un lado, un equipo celeste con sed de venganza, de revertir lo que pasó en 2013, ávidos de terminar con esa maldición de 21 años sin título que los aqueja, dispuestos a dejar de ser los eternos subcampeones, romper el incómodo término de “cruzazulear”.
Y por otro lado, unos amarillos dispuestos a engrandecer su ya basta historia, con la legítima intención de brindar una alegría y llenar, aún más, de orgullo a sus millones de aficionados y de enaltecer esta creciente rivalidad.
Los seguidores y partidarios azules dicen que su equipo no es como los Pumas, pero también los americanistas pueden argumentar que no son el Monterrey… en fin, esta fase no tiene un claro favorito, por lo tanto queda a la deriva realizar un pronóstico con certeza.
Fuente: https://reporteniveluno.mx/
