Debía matar a Pablo Escobar, pero entregó a uno de sus enemigos

 

Pablo Escobar constituyó un poderoso capo colombiano, fundador y máximo líder del Cártel de Medellín. Se dio a la tarea de construir un gran imperio a base del negocio de las drogas, pero siempre estuvo en la mira de varios narcotraficantes durante mucho tiempo. Diversos cárteles de Colombia querían deshacerse de él, entre ellos se conoció el de Cali, a cargo de los hermanos Orejuela. Ellos contrataron a un exmilitar llamado Jorge Salcedo para acabar con “El Patrón”,

Jorge Salcedo contaba con estudios en ingeniería y economía. Además, sirvió en el Ejército de Colombia en el año de 1982, en labores de inteligencia. Él trabajó para compañías petroleras y químicas antes de involucrarse con el narcotráfico. Escobar andaba cerca, pues el capo colombiano mandó a matar al ministro de Justicia, Rodrigo Lara Bonilla, quien era amigo de infancia de Salcedo.

Entró por consejos a trabajar para el Cártel de Cali, rival del Cártel de Medellín. Los hermanos Rodríguez Orejuela, Gilberto y Miguel, lo emplearon como parte de sus seguridad. Los narcotraficantes necesitaban protegerse de los atentados de Pablo Escobar. Además, también estaban interesados en acabar con la vida del capo de la droga.

Empero Salcedo no cumplió su objetivo, pues Pablo Escobar fue asesinado el 2 de diciembre en 1993 junto con un sicario que lo protegía conocido como “Limón” por un comando de Colombia.

Fallecido “El Patrón”, Salcedo trató desligarse, pero no pudo. Al final se decidió a entregar a Miguel Orejuela Rodríguez, ya que Gilberto estaba preso.

Para ello la DEA lo contactó, le ofrecieron una recompensa y la posibilidad de escapar del Cártel de Cali. Él aceptó. La DEA lo sacó de Colombia y le dio una nueva identidad. El hijo del narcotraficante Miguel Rodríguez Orejuela quería matarlo pero, hasta hoy, él sigue viviendo en una dirección desconocida del país norteamericano.

 

Fuente: El Debate

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