Nueva Zembla, ubicada en el norte de Rusia, decretó estado de emergencia luego que 52 osos polares ingresaron al asentamiento de Belushia Gubá, donde ya se encuentran de manera permanente unos diez ejemplares de la especie.
“Son animales salvajes y se han dado ataques a personas y allanamiento de viviendas y oficinas”, reporta la agencia rusa Sputnik.
NO LES ESPANTA NI LA LUZ NI EL RUIDO
Las medidas tomadas contra los osos han fracasado, ya que no responden a las señales de luz y ruido, ni a los intentos de las patrullas de mantenerlos alejados de la gente.
Los pobladores tienen prohibido disparar a los osos, debido a que se trata de una especie en peligro de extinción.