La ONU exhortó a las autoridades mexicanas a tomar medidas urgentes para poner fin a la ola de desapariciones forzadas en la ciudad de Nuevo Laredo y sus alrededores, y afirmó que existen “fuertes indicios” de que estos crímenes fueron cometidos por una fuerza federal de seguridad.
Zeid Ra’ad Al Hussein, alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, hizo este llamamiento en un comunicado después de que su representación en México documentara la desaparición de 21 hombres y dos mujeres en Nuevo Laredo, estado de Tamaulipas, entre febrero y el pasado 16 de mayo.
Según testimonios recibidos por la ONU, la desapariciones habrían sido perpetradas por miembros de una fuerza de seguridad federal.
Las personas habrían sido detenidas por personal uniformado mientras caminaban o circulaban por carreteras y, según la información recibida, se han encontrado varios vehículos al lado del camino, quemados y tiroteados.
El alto comisionado señaló que, a pesar de la amplia información y evidencia existentes, las autoridades mexicanas han avanzado poco en la localización de las personas desaparecidas y en la investigación de lo que les ha sucedido.
El 10 de mayo, la Comisión Nacional de Derechos Humanos emitió medidas cautelares, entre otras, a la Secretaría de Marina, para proteger a la población civil de Tamaulipas, pero aún así al menos tres desapariciones ocurrieron posteriormente, según la ONU.
“Es extremadamente preocupante que estas desapariciones forzadas se produzcan pocos meses después de la aprobación de la Ley General de Desapariciones”, señaló el alto comisionado.
“Lo que ha estado sucediendo en Nuevo Laredo es una prueba crucial para verificar si esta nueva ley representa realmente el cambio que su adopción promete o si las desapariciones forzadas continuarán, seguidas de impunidad y falta de reparación a las víctimas”, destacó.
En este sentido, recordó que los “estados tienen la obligación de garantizar la seguridad de la población”.