De acuerdo con datos oficiales, cerca de 2.000 menores inmigrantes han sido separados de sus familias en la frontera con México en un plazo de seis semanas, debido a la política de “tolerancia cero” del presidente estadounidense, Donald Trump, contra la inmigración ilegal.
En ese escenario, Unicef se dio a la tarea de denunciar hoy esta práctica y recordó que bajo cualquier circunstancia los menores de edad siempre deben estar junto a sus familias.
“Los niños, sin tener en cuenta de donde vienen o cual es su estatus migratorio son niños antes que nada. Los que no tuvieron otra opción que huir de sus hogares tienen el derecho a ser protegidos, tener acceso a los servicios esenciales y estar con sus familias, como cualquier otro niño”, dijo la directora ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, Henrietta Fore.
La autoridad añadió que “la detención y la separación de las familias son experiencias traumáticas que pueden exponer estos niños a explotación y abuso”.
Cabe resaltar que la Unicef no se encuenta en la frontera mexicoestadounidense y que Estados Unidos es la única nación en el mundo que no ha firmado y ratificado la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Niños, cuyo artículo nueve especifica que los menores no deberían ser separados de sus padres contra su voluntad.