DESACELERACIÓN MUNDIAL DAÑÓ LA ECONOMÍA DEL PAÍS: BANXICO

GORDO

El Banco de México ajustó a la baja su estimación de crecimiento de la economía del país para 2016 a un rango de entre 2.0 y 3.0 por ciento, desde 2.5 y 3.5 por ciento, debido a que se prevé un entorno externo más complejo, por una desaceleración en la actividad económica mundial y una menor actividad industrial en Estados Unidos, respecto de la esperada hace tres meses, sostuvo el gobernador de la institución, Agustín Carstens.

 

Precisó que para 2017 también bajó la previsión a un intervalo entre 2.5 a 3.5 desde 3.0 a 4.0 por ciento, y también estiman la generación de menos empleos para 2016, entre 610 mil y 710 mil plazas, desde su estimación anterior de entre 630 mil a 730 mil.

 

PRINCIPALES RIESGOS

Advirtió que los principales riesgos para el crecimiento se ubican en “que hubiera una desaceleración mayor en EU; que los precios del petróleo no se recuperen y que esto lleve a una dinámica más adversa en el gasto interno.

 

Además, que se acentúe la volatilidad en los mercados financieros internacionales que pudieran llevar a una pérdida de confianza y esto a mitigar el crecimiento del consumo y la inversión.

 

“La inflación general sigue estando bien comportada en línea con nuestro objetivo de 3 por ciento”, destacó Carstens durante la presentación del Informe Trimestral de octubre a diciembre de 2015.

 

No obstante, Banxico anticipa que en el segundo y tercer trimestres la inflación alcanzará niveles superiores a tres por ciento, para luego cerrar 2016 cerca de dicho nivel.

 

 

business man with a dollar symbol

 

 

APRECIACIÓN DEL PESO

El gobernador del Banco de México consideró que ha habido una sobrerreacción sobre el tipo de cambio, la cual se ha venido corrigiendo y “percibimos que aún hay espacio para que el peso se siga apreciando”.

 

Justificó la intervención del mercado cambiario, para “quitar la predictibilidad de la intervención del Banxico en el mercado cambiario, que estaba invitando a acciones especulativas y que profundizaban la volatilidad del tipo de cambio”.

 

Explicó que una parte importante que afectó la dinámica del peso es que muchos inversionistas usaron a la moneda mexicana como un vehículo para rebalancear su portafolio, cuando realmente querían cubrir sus posiciones en otras divisas, o protegerse de caídas en el precio del petróleo.

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