Mario Lettieri y Paolo Raimondi en MSIA INFORMA
Las variaciones climáticas, la falta de agua, la desertificación y el empobrecimiento de la agricultura no constituyen temas sólamente para debates políticos o académicos: son cuestiones reales que determinan la vida de poblaciones enteras, incluyendo la propia Europa. Para los países pobres, especialmente los de África, son causas de emigración.
En Italia, sabemos que existe un estrecho vínculo entre subdesarrollo y emigración, experimentado por los países del Sur.
Hace un siglo, este fue un flagelo que afectó todas nuestras regiones y, desgraciadamente, vuelve hoy a manifestarse a gran escala. ¿Será que no aprendimos nada de la Historia?
No obstante, a pesar de existir intervenciones virtuosas que ayudan a combatir las profundas causas de la pobreza y las migraciones descontroladas, en su lugar, prefiere gastarse sólo en situaciones de emergencia.
SEMINARIO AGUA Y CLIMA
A propósito, se realizó en Roma el seminario internacional Agua y Clima: Encuentro de los Grandes Ríos del Mundo, organizado por el gobierno italiano en conjunto con la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa y con la participación de centenares de especialistas de 48 países, ofreciendo una óptima oportunidad de comparación e intercambio de experiencias.
En el mundo, hay una creciente escasez de agua, lo cual está creando tensiones sobre su distribución y el uso futuro. Esto viene pasando todavía más donde ríos, lagos y reservas tienen influencia sobre las áreas de captación que involucran a varios países y diferentes fronteras. Ellas también pueden volverse causas de conflictos y de terrorismo.
En el ámbito internacional, no se trata de un principio orientador, sino de un proceso efectivo de diálogo. Semejantes situaciones puede ser oportunidades para políticas de colaboración nuevas y más efectivas.
El seminario de Roma fue un momento importante para comparar varios proyectos de organizaciones que administran las grandes cuencas fluviales y lacustres del planeta. Una de ellas, tal vez la más importante y emblemática es la región de Lago Chad en África.
AMENAZAS TERRORISTAS
Al respecto del asunto, habló el presidente del Consejo de Ministros, Paolo Gentiloni, quien destacó correctamente la “importancia del Lago Chad, el cual alimenta una cuenca de 70 millones de personas, en varios países, cuya grave crisis en las últimas décadas causó efectos considerables.
Se calcula que hay 2.5 millones de personas desplazadas en esta cuenca”. Existe una clara relación entre la crisis del agua en el Lago Chad, la desestabilización socioeconómica y el surgimiento de amenazas terroristas en algunas de estas regiones.
La intervención del jefe del gobierno italiano fue apreciada por Sanussi Abdullahi, secretario ejecutivo de la Comisión para la Cuenca del Lago Chad (LCBC), quien hablando sobre proyectos de transferencia de agua, recordó que fue la empresa italiana Bonifica, del grupo IRI, la de que desarrolló hace más de 40 años el proyecto Transaqua –una idea para el Sahel, para evitar el desecamiento del lago y su transformación progresiva en desierto.
El proyecto involucraba la construcción de un canal navegable de 2 400 kilómetros para llevar agua del río Congo hacia el lago Chad, con beneficios para todos los países y poblaciones a lo largo del trayecto, en el desarrollo agrícola, en la producción de energía limpia y en nuevos asentamientos humanos sustentables.
POWERCHINA
LCBC ya concluyó un acuerdo con el gigante chino de proyectos y construcción de infraestructura PowerChina, para una nueva evaluación de la viabilidad del proyecto, en el cual también participa Bonifica, la cual sustituyó al extinto IRI.
La Comisión está buscando otros apoyos y participaciones, para garantizar que el programa sea económicamente viable y sustentable, en todos los planos. El proyecto podría ser un catalizador para otros programas pan-africanos, conectando África Central con África Occidental y al Sahel, generando oportunidades para el desarrollo agroindustrial.
Un segundo proyecto de importancia estratégica es el del lago salado Chott el Jerid, en Túnez, situado en un área amenazada por el avance del desierto. La idea con más de 150 años de antigüedad, involucra la construcción de un canal navegable para conectar el lago al Mediterráneo, a cerca de 25 kilómetros de distancia. Con el canal, las aguas llenarían el lago, concretando el sueño de un mar en el desierto. Se estima que el desarrollo agroindustrial, turístico y habitacional resultante pueda generar hasta 50 mil nuevos puestos de trabajo.
El financiamiento de estos dos grandes proyectos sería la amanera más útil y efectiva de ayudar a estos pueblos “en su propia casa”. En caso contrario, la crisis de las migraciones continuará haciendo víctimas inocentes, con graves pérdidas de energías humanas y productivas para los países de origen.
Sería muy positivo que Italia encabezara a Europa en tales políticas concretas de desarrollo.
