Muchos de los alimentos que consumimos diariamente podrían incrementar el riesgo de padecer cáncer. Por ello, el American Institute of Cancer Research (AICR) recomendó limitar el consumo de las siguientes provisiones:
Carnes procesadas: Salchichas, tocino, chorizo, peperoni, etcétera. Todas estas deliciosas opciones carnívoras contienen preservativos químicos para que siempre luzcan frescos y apetitosos. Por ejemplo, contienen nitrito de sodio y nitrato de sodio, dos sustancias que aumentan significativamente el riesgo de cáncer de colon.
Refrescos: Además de tener grandes dosis de azúcar, contienen una gran cantidad de químicos y colorantes que literalmente alimentan las células cancerosas. El químico que más pone en peligro nuestra salud es el color caramelo o 4-MI.
Harinas refinadas: Cancer Epidemiology, Mile Markers y Prevention publicó un estudio en el que revelan que el consumo regular de carbohidratos aumenta en un 220% el riesgo de padecer cáncer de seno. Esto se debe a que estos alimentos tienen un alto nivel glucémico por lo que elevan la glucosa rápidamente propiciando la difusión de células cancerosas.
Palomitas de microondas: Las bolsitas en donde son guardadas las palomitas están repletas de químicos que han sido vinculados con infertilidad, cáncer de hígado, testicular y de páncreas. La Agencia Federal de Protección Ambiental reconoció que el ácido perfluorooctanoico (PFOA) que está en esas fundas es altamente cancerígeno y produce tumores.
Bebidas y alimentos de dieta: Algunos son peores que sus versiones regulares, pues una revisión de European Food Safety Authority encontró que el aspartame, un endulzante artificial, causa desde defectos de nacimiento hasta cáncer.
Alimentos ligeramente quemados al cocinarse: Cuando la comida se carboniza, generan moléculas cancerígenas por lo que es mejor dejarlas en término medio.
Salmón cultivado: El Dr. David Carpenter, director del Instituto para la Salud y el Ambiente de la Universidad de Albany, afirma que el salmón cultivado a menudo está contaminado con químicos cancerígenos como el PCB, pesticidas y antibióticos.
Alimentos enlatados: El forro de la mayoría de las latas contiene BPA, un químico que actúa como estrógeno e irrumpe la actividad hormonal del cuerpo. Este componente está ligado con problemas de infertilidad, daño intestinal y enfermedades cardiacas.
Frutas: A menos que sean orgánicas y libres de pesticidas, una simple manzana se ha convertido en un detonador de cáncer. El Environmental Working Group encontró que un 98% de estos alimentos están contaminados con pesticidas; manzanas y uvas son las frutas más contaminadas.
Azúcares refinadas: Al igual que las harinas, suben los niveles de insulina con rapidez y alimentan el crecimiento de células cancerosas. Los endulzantes ricos en fructosa son más peligrosos porque hacen que las células cancerosas se repliquen más rápidamente.
Muchos de los alimentos que consumimos diariamente podrían incrementar el riesgo de padecer cáncer. Por ello, el American Institute of Cancer Research (AICR) recomendó limitar el consumo de las siguientes provisiones:
