El hecho de que nuestra ropa tenga un aroma agradable permite sentirnos bien y empezar el día con buena actitud, sin embargo, el cuidado que le demos, el uso frecuente y la aplicación de ciertos productos, impide que ello sea posible.
A continuación, te brindamos algunas recomendaciones:
Es importante lavar las prendas tras usarlas; la regla exime a los pantalones de mezclilla, ya que el material se debilita fácilmente.
No esperes muchos días para lavar tu ropa; ello contribuye a que el mal olor se guarde.
Cuando creas que pasará mucho tiempo para que laves tu guardarropa, es ideal que rocíes un spray aromático para neutralizar los malos olores.
Emplear detergentes con fragancia logra que la ropa se conserve suave y fresca.
Si eres de las personas que después de bañarse usa cremas con fragancia, puedes dejar tu bata de baño cerca del clóset para que se neutralicen los olores.
Luego de aplicar perfume en las zonas de pulso, rocía un poco en el aire y deja que se impregne en la ropa que llevas puesta. No apliques la fragancia directamente porque las telas pueden mancharse.
Guarda bolsitas de flores secas aromatizadas en tus cajones y clóset; tu vestimenta olerá bien y percibirás una sensación diferente.