Familiares y amigos le dijeron adiós vestidos de superhéroes a Anthony Ávalos, un niño de 10 años muerto por los maltratos de sus padres en California, Estados Unidos.
Anthony murió el 21 de junio luego de haber sido hospitalizado a causa de una supuesta caída, pero las autoridades sospecharon de maltrato e iniciaron una investigación.
En el entierro se festejó en el templo de San Junípero Serra, en Quartz Hill, Lancaster, al norte de Los Ángeles, donde vivía el menor, muchos de los asistentes vistieron camisetas alusivas los superhéroes, personajes favoritos del niño.
De acuerdo con la investigación y la acusación presentada por la fiscalía, el niño sufrió al menos cinco días de torturas y abusos en junio antes de morir.
La madre del menor, Heather Barron, y su novio, Kareem Leiva, fueron acusados de asesinato por la Fiscalía.
De acuerdo con los documentos presentados ante la corte, Anthony sufrió golpes contra el suelo, fue azotado con un cable y una correa, se le prohibió usar el baño durante largos periodos y se le colocó salsa picante en la boca.
La Fiscalía sospecha que los abusos y torturas tienen que ver con una manifestación del menor, que recientemente dijo ser homosexual.
En Palmdale, ciudad vecina de Lancaster, en mayo de 2013 murió en forma similar el menor Gabriel Fernández, de 8 años. Su madre, Pearl Sinthia Fernández, fue condenada a cadena perpetua por la muerte del menor y su novio Isauro Aguirre a pena muerte por el asesinato del niño.