Mouris Salloum George*
Para decirlo pronto, dos datos de su biografía: Fue proclamado en 1987 titular de la Medalla Presidencial de la Libertad. La reina Isabel II le otorgó la presea Caballero de la división civil de la Orden del Imperio Británico. Nosotros lo vimos como el Halcón mayor, favorito de la Casa Blanca en tiempos del republicano Ronald Reagan.
Hablamos de Caspar Willard Winberger, jefe del Departamento de Defensa del gobierno reaganiano, alma negra de la Operación Irán-Contra y fugitivo de El Capitolio, al que le ocultó miles de página de su gestión guerrerista-intervencionista. La operación autorizó el tráfico de armas financiado con excedentes del trasiego ilícito de drogas.
Abandonado el encargo, el ex secretario de la Defensa apareció en el directorio ejecutivo del corporativo Forbes, altar en el que se idolatra a los plutócratas más ricos del mundo.
Diseño de la Operación Azteca para invadir México
Como ejercicio “imaginario” de juegos cibernéticos -estrategia de defensa de los Estado Unidos-, a finales de los noventa Winberger publicó un ensayo, uno de cuyo capítulo se dio bajo el título de Operación Azteca.
Es el diseño de la ocupación de México por las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos. La trasmano puede ser más elemental: La Presidencia de México es ganada por un populista de izquierda. Se le implica en vínculos con el narco. Es derrocado por un Golpe de Estado. La huida de millones de mexicanos amenaza la Seguridad Nacional de los Estados Unidos. Es hora de intervenir militarmente.
La falta de creatividad de los asesores áulicos del gorila anaranjado Donald Trump la sustituyen retomando las recetas de Winberberg. El republicano pasa ya a calificar a los cárteles de la droga mexicanos como organizaciones extranjeras terroristas.
Lo de Sonora, pues, es una coartada. Trump declaró hace unas horas al comentarista de televisión Bill (vil) O´Reilly que ha estado trabajando en el asunto durante los últimos 90 días. (Es decir, desde septiembre pasado).
El Presidente mexicano me gusta mucho
En realidad, el desquiciado republicano expresó esa intencionalidad desde marzo de 2019, a lomo de su estrategia para lograr un segundo mandato en noviembre de 2020.
En la entrevista televisada, Trump declaró maliciosamente sobre el Presidente López Obrador: Me gusta mucho… En teoría, tiene tendencias socialistas, pero creo que es un hombre bueno.
Si así -como lo está haciendo, el inquilino de la Casa Blanca- actúa contra un hombre bueno, ¿que nos esperaría si lo incluyera en el catálogo de bad hombres, según su repertorio de insulto a los mexicanos?
*Director General del Club de Periodistas de México, A.C.