Sin besos ni abrazos. La distancia física de entre 1.5 y dos metros seguirá rigiendo cuando, a partir del 21 de junio, todos los territorios en España, estén en la fase de nueva normalidad.
Las mascarillas seguirá siendo la prenda de uso obligatorio cuando no se puedan mantener las distancias en la vía pública abierta o cerrada y, siempre, en el transporte público y privado.
Quien no lo haga, será castigado con 100 euros de multa.
En la esfera laboral
Se mantendrán las medidas de prevención e higiene actuales, como la ordenación de los puestos de trabajo o la organización de los turnos para evitar aglomeraciones.
Igualmente sucederá en los establecimientos comerciales, en los centros residenciales de carácter social o en las actividades de hostelería y restaurantes.
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, tras el Consejo de Ministros, puntualizó que el coronavirus se considera desde ya como una enfermedad de declaración obligatoria urgente.
En los aeropuertos habrá controles sanitarios, con el fin de garantizar un firme control de la entrada de pasajeros de vuelos internacionales. Además, se deberán continuar facilitando los datos necesarios para el seguimiento y la vigilancia epidemiológica de la Covid.
También, las comunidades deberán garantizar un número suficiente de profesionales involucrados en la prevención y control de la enfermedad, su diagnóstico temprano, la atención a los casos y la vigilancia epidemiológica, así como crear planes de contingencia para asegurar una respuesta rápida y coordinada.
