El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, dio a conocer que una mexicana se encuentra entre las personas que murieron en el atentado del sábado pasado en una carretera de Odessa, Texas.
En su cuenta de Twitter @m_ebrard, el funcionario federal dio a conocer que la víctima es Mary Granados, de 29 años, ciudadana estadounidense nacida en México.
Además, “hay un herido, residente permanente en San Diego, nacido también en México que fue intervenido y se encuentra estable”, añadió el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
Me informan las autoridades de EU que perdió la vida en el tiroteo de Odessa Mary Granados, ciudadana norteamericana de 29 años nacida en México. Asimismo hay un herido, residente permanente en San Diego, nacido también en México que fue intervenido y se encuentra estable.
— Marcelo Ebrard C. (@m_ebrard) September 3, 2019
DISPARÓ AL AZAR
Este sábado, un sujeto, identificado como Seth Aaron Ator, disparó al azar contra automovilistas en la Carretera Interestatal 21, entre la referida ciudad texana y Midland; mató a siete y lesionó a 21 antes de ser abatido por la policía en un cine de Odessa.
Acababa de ser despedido
El autor del tiroteo que el sábado dejó siete muertos y 25 heridos en Texas acababa de ser despedido de su trabajo cuando emprendió la matanza, informaron este lunes las autoridades locales, que identificaron a varios hispanos entre las víctimas del suceso.
En una conferencia de prensa, el Buró Federal de Investigaciones (FBI) dio más detalles sobre el autor del tiroteo, Seth Aaron Ator, de 36 años, que falleció al ser abatido por la Policía el mismo sábado.
Ator fue despedido de su empleo en Journey Oilfield Services, un proveedor de equipos para yacimientos petrolíferos, horas antes de abrir fuego de forma indiscriminada desde su vehículo contra los transeúntes en las localidades de Midland y Odessa.
FOTO: Seth Aaron Ator, autor del tiroteo en Odessa. (EFE)
ESTABA IRACUNDO, DICE AGENTE FBI
No obstante, el tiroteo “no ocurrió porque le hubieran despedido”, subrayó el agente del FBI a cargo de la investigación, Christopher Combs.
“Cuando (Ator) llegó a trabajar, ya estaba iracundo. Probablemente llevaba un tiempo con problemas (en su) estado mental”, agregó Combs.
Ator telefoneó al número de emergencia de la Policía, el 911, poco antes del tiroteo, pero también hizo lo mismo su jefe en la compañía que le acababa de despedir.